Tamaño: 8040
Comentario:
|
← Versión 32 con fecha 2025-09-05 00:17:33 ⇥
Tamaño: 43947
Comentario:
|
Los textos eliminados se marcan así. | Los textos añadidos se marcan así. |
Línea 6: | Línea 6: |
* FUTURO DE LOS CUIDADOS EN ESPAÑA * Luis Barriga (Imserso) y Pilar Manchón (Google) analizan el futuro de los cuidados en España * 8 nov 2023 * El director del Instituto de Mayores ha cerrado la última sesión del VI Encuentro de Economía Sénior, bajo el título “Qué nos depara el futuro”. En esta sesión, el periodista Manuel Campo Vidal, que ha presentado y moderado todas las sesiones de este Encuentro, ha entrevistado al director general del IMSERSO, Luis Barriga, y Pilar Manchón, directora Senior de Ingeniería y de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial de Google, quien ha hablado del fin de la soledad mediante el uso de aplicaciones de Inteligencia Artificial. * Participantes: * • Manuel Campo Vidal, Presidente de Next Educación * • Luis Alberto Barriga, director general del Imserso * • Pilar Manchón, Directora Senior de Ingeniería y de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial de Google * Luis Barriga (Imserso) y Pilar Manchón (Google) analizan el futuro de los cuidados en España * https://www.youtube.com/watch? * Servicio de apoyo comunitario. * Las personas quieren ser cuidadas en sus casas y no tanto institucionalizarlas. * Apoyar a los que cuidan * Profesionalizar y generar trabajadores y trabajos prestigiados de cuidado del otro. Formación, reconocimiento, buenos salarios. * Atender a los deseos de las personas en sus proyectos de vida. * Ver el envejecimiento como proceso (y la longevidad como aspiración)ya no se trata de poner fronteras de años 26.47 ver este proceso produce riqueza, no nos podemos dar el lujo de desatenderlo. Será un sector de la población muchísimo más empoderado * 28 minutos. Digitalización y nuevas economías del cuidado * 37 Pilar Manchón (Google) La inteligencia artificial y el cuidado * Inteligencia conversacional, inteligencia generativa ---- |
|
Línea 7: | Línea 29: |
* https://www.senioreconomy.org/#mod2321105 * EL FUTURO DEL CUIDADO |
|
Línea 8: | Línea 32: |
* https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/CllgCHrjmnkZFRnqrpHfLSJKTQXgZdkxkVkNsDZBrjNWKrMDRKQdqQXkNlXMFlkGJGZVgNvmBNB?projector=1 | * Mercé Pérez, Javier Yanguas, v=mYLF2iCuqRMhttps://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/CllgCHrjmnkZFRnqrpHfLSJKTQXgZdkxkVkNsDZBrjNWKrMDRKQdqQXkNlXMFlkGJGZVgNvmBNB?projector=1 |
Línea 11: | Línea 38: |
* MariaAngelesDuran elevar los cuidados a prioridad nacional * Mirar el tema de los cuidados en clave intergeneracional |
|
Línea 24: | Línea 53: |
* Se denomina “trabajo de cuidado” a todas las actividades que cada persona realiza a diario para asegurar su propia subsistencia y la de los demás, como, por ejemplo: cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras o estar al cuidado de niñxs, personas mayores o personas con discapacidad que requieran apoyos de algún tipo. Son tareas relacionadas con la reproducción, el bienestar y el sostenimiento de la vida, porque todas y todos fuimos, somos y seremos cuidados en algún momento de nuestra vida. | * Se denomina “trabajo de cuidado” a todas las actividades que cada persona realiza a diario para asegurar su propia subsistencia y la de los demás, como, por ejemplo: cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras o estar al cuidado de niñxs, personas mayores o personas con discapacidad que requieran apoyos de algún tipo. Son tareas relacionadas con la reproducción, el bienestar y el sostenimiento de la vida, porque todas las personas fuimos, somos y seremos cuidadas en algún momento de nuestra vida. |
Línea 27: | Línea 56: |
---- la ley caba 4892 – economía del cuidado |
---- LA LEY DE CABA ECONOMÍA DEL CUIDADO LEY 4892 CABA – economía del cuidado |
Línea 37: | Línea 62: |
Las diferencias en el uso del tiempo, que están en la base del concepto de “economía del cuidado”, “dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades”, afirma el Estudio, que basó su desarrollo en los resultados de evaluaciones piloto previas, como un cuestionario de actividades realizado en 2015 y un “diario de actividades” de 2005. La puesta en marcha de mediciones de trabajo no remunerado se desarrolla en la región desde 1995, a instancias de la Plataforma de Acción de Beijing, “que reconoce la utilidad social y el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que se realiza al interior de los hogares”. El informe recuerda que las “brechas de género en el uso del tiempo dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades”, y que esas diferencias son las que terminan teniendo impacto sobre el acceso de las mujeres a los recursos monetarios y, por lo tanto, sobre su propia autonomía. Sobre eso, señala la Dirección de Estadísticas y Censos porteña, el Estado tiene una responsabilidad nada menor. “En contextos de débil, insuficiente o inadecuada provisión de servicios públicos de cuidado, la organización del cuidado en los hogares depende principalmente del trabajo de cuidado n remunerado provisto por sus propios miembros, y de la posibilidad que tengan de adquirir servicios de cuidado en el mercado”, advierte el texto. Mientras que los hogares con más recursos “tendrán más posibilidades de comprar cuidado y con ello liberar tiempo propio (principalmente de las mujeres)”, los hogares más pobres “que habitualmente tienen además mayores cargas de cuidado, tienen más limitaciones para comprar cuidado, y con ello liberar tiempo, y por tanto no pueden generar ingresos, lo que les impide comprar cuidado, y de esa forma se reproduce la dinámica que los mantiene en esa situación”. |
* Las diferencias en el uso del tiempo, que están en la base del concepto de “economía del cuidado”, “dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades”, afirma el Estudio, que basó su desarrollo en los resultados de evaluaciones piloto previas, como un cuestionario de actividades realizado en 2015 y un “diario de actividades” de 2005. La puesta en marcha de mediciones de trabajo no remunerado se desarrolla en la región desde 1995, a instancias de la Plataforma de Acción de Beijing, “que reconoce la utilidad social y el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que se realiza al interior de los hogares”. * El informe recuerda que las “brechas de género en el uso del tiempo dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades”, y que esas diferencias son las que terminan teniendo impacto sobre el acceso de las mujeres a los recursos monetarios y, por lo tanto, sobre su propia autonomía. Sobre eso, señala la Dirección de Estadísticas y Censos porteña, el Estado tiene una responsabilidad nada menor. “En contextos de débil, insuficiente o inadecuada provisión de servicios públicos de cuidado, la organización del cuidado en los hogares depende principalmente del trabajo de cuidado n remunerado provisto por sus propios miembros, y de la posibilidad que tengan de adquirir servicios de cuidado en el mercado”, advierte el texto. Mientras que los hogares con más recursos “tendrán más posibilidades de comprar cuidado y con ello liberar tiempo propio (principalmente de las mujeres)”, los hogares más pobres “que habitualmente tienen además mayores cargas de cuidado, tienen más limitaciones para comprar cuidado, y con ello liberar tiempo, y por tanto no pueden generar ingresos, lo que les impide comprar cuidado, y de esa forma se reproduce la dinámica que los mantiene en esa situación”. |
Línea 51: | Línea 76: |
-------- |
------ * Rodríguez Enríquez, Corina; Paredes, Rosa; Ungo, Norhala 2017 Cuaderno de Desarrollo Humano-El bienestar cuidado: Una responsabilidad que debe ser compartida. Panama.PNUD * https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/migration/pa/undp-pa-el-bienestar-cuidado.pdf * (Comentario texto: El objetivo de esta publicación es iniciar juntos una reflexión central en Panamá, sobre la importancia de los temas de cuidado, tanto para el presente como para el futuro de nuestros países, que se encuentran en plena transición demográfica y que, si bien han alcanzado niveles altos de desarrollo humano, presentan el desafío de lograr que todas sus comunidades y grupos humanos se beneficien del desarrollo y amplíen sus capacidades para mejorar sus condiciones de vida. * Por lo tanto, este estudio busca resaltar la importancia de una política de cuidado para potenciar el desarrollo humano de todas las personas y favorecer la igualdad de género, incrementando las oportunidades de desarrollo de las mujeres al distribuir de manera equitativa, a nivel familiar y entre todos los sectores, la tarea del cuidado.) * La noción de cuidado refiere a las actividades indispensables para la reproducción cotidiana de la vida de las personas, brindando los elementos físicos y simbólicos que les permiten vivir en sociedad. Constituye, por tanto, una función social indispensable para garantizar el bienestar. Incluye el autocuidado, el cuidado directo de otras personas (la actividad interpersonal de cuidado), la provisión de las precondiciones en que se realiza el cuidado (la limpieza de la casa, la compra y preparación de alimentos) y la gestión del cuidado (coordinar horarios, realizar traslados a centros educativos y a otras instituciones, supervisar el trabajo de la cuidadora remunerada, entre otros). * El cuidado permite atender las necesidades de las personas dependientes, por su edad o por sus condiciones/capacidades (niños y niñas, personas mayores, enfermas o con discapacidades) y también de las personas que podrían auto-proveerse dicho cuidado (Rodríguez Enríquez, 2005; Esquivel, 2011; ELA, 2012; Pautassi y Zibecchi, 2013). Para dar cuenta de cómo se provee este cuidado cotidiano, se puede utilizar el concepto de Organización Social del Cuidado (OSC), que refiere a la manera en que inter-relacionadamente las familias, el Estado, el mercado y las organizaciones comunitarias, producen y distribuyen cuidado. ----- * GIMENA DE LEÓN. 2017-JOVENES QUE CUIDAN-CIPPEC * https://www.cippec.org/wp-content/uploads/2017/04/158-DT-PS-Jovenes-que-cuidan-Gimena-de-Leon-2017.pdf * El objetivo de este documento es destacar la importancia que adquieren las responsabilidades del cuidado durante la juventud como mecanismo que impide a los jóvenes una efectiva participación en la sociedad y enfatizar la necesidad de contar con políticas públicas que apoyen esa función. * Resumen ejecutivo * En Argentina, una de cada seis mujeres tiene su primer hijo antes de los 19 años. La maternidad adolescente se da mayormente en contextos de desigualdad: 7 de cada 10 madres jóvenes pertenecen a hogares de bajos ingresos. Las responsabilidades de cuidado afectan no solo a las madres, sino a un conjunto importante de jóvenes. Casi 4 de cada 10 jóvenes en el país tiene responsabilidades de cuidado, sobre todo de niños. Sin embargo, este dato oculta una gran diferencia de género: la proporción de mujeres que realiza esta importante función social duplica la de los varones. El 30% de jóvenes manifestó haber tenido que abandonar sus estudios o su trabajo debido a las responsabilidades de cuidado. Nuevamente este dato afecta mayormente a las jóvenes mujeres. Las mayores dificultades que enfrentan las mujeres jóvenes para continuar sus estudios o trabajar tiene consecuencias críticas para su autonomía, su empoderamiento y la construcción de su ciudadanía. Los lazos que genera la inclusión en las dos instituciones sociales clave (escuela y trabajo) son fundamentales para el desarrollo de las personas. Las trayectorias escolares interrumpidas confina a las jóvenes al ámbito doméstico, afectando su autonomía y posibilidad de desarrollar un capital social y cultural necesario para su desarrollo personal. Del universo de jóvenes que no estudian ni trabajan pero cuidan, el 95% está representado por mujeres. Lejos de tratarse de una población que “no hace nada” y que es conceptualizada a través de la visión peyorativa y estereotipada del término “Ni-Ni”, una parte importante de estas jóvenes realizan, de forma no remunerada, tareas de cuidado esenciales para el sostenimiento y la reproducción de la sociedad. ----- * DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE CUIDADO * ¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidado? * La noción de cuidado es multidimensional, lo que hace que pueda ser analizado desde múltiples aristas y, a su vez, es un concepto en construcción y disputa. * Entendemos al cuidado como las “actividades que se realizan y las relaciones que se entablan para satisfacer las necesidades materiales y emocionales de niños y adultos dependientes” (Daly y Lewis citado en Esquivel, 2012). * Las actividades que esta definición comprende son realmente amplias. Sin embargo, todas tienen en común que, quienes principalmente las llevan adelante, son mujeres. * De esta manera, enfatizamos la mirada desde una perspectiva feminista, donde el cuidado es una actividad principalmente femenina, por ende, feminizada, y comprendida socialmente como una actividad que es responsabilidad de las mujeres6 * En este sentido, hay aquí una manera primaria de significar las relaciones de poder, como plantea Scott (1996) en su aporte sobre el género como categoría para analizar las relaciones sociales. ---- * EL DIAMANTE DEL CUIDADO * The Political and Social Economy of Care in a Development Context Conceptual Issues, Research Questions and Policy Options Shahra Razavi 2007 * https://www.researchgate.net/publication/237432821_The_Political_and_Social_Economy_of_Care_in_a_Development_Context_Conceptual_Issues_Research_Questions_and_Policy_Options ---- * ¿Qué es el diamante del cuidado? * https://www.facebook.com/watch/?v=1287025041717561 * Care Triangle or Care Diamond? The Case of Childcare and Eldercare in Serbia ------ * https://ojs.aset.org.ar/revista/article/view/53/101 * Organización social del cuidado en la Argentina. Brechas persistentes e impacto de las recientes reformas económicas 25/10/2019 * Corina Rodríguez Enríquez2, Gabriela Marzonetto3 y Virginia Alonso4 * Este artículo es resultado del proceso de investigación llevado a cabo para el proyecto PICT-2014-1154, financiado por el Foncyt. * Resumen: Desde hace varios años la cuestión del cuidado viene ocupando un espacio de atención en la agenda de discusión de políticas públicas. La academia y organizaciones de la sociedad civil aportaron aspectos conceptuales y empíricos que permitieron advertir la centralidad del problema de la organización social del cuidado como vector de reproducción de desigualdad y contribuir a un debate informado sobre las maneras de enfrentarlo. El presente artículo pretende actualizar esta contribución mediante: i) la sistematización de los aportes conceptuales fundamentales para entender la cuestión como problema social; ii) la actualización de la evidencia existente para dar cuenta de la forma que adopta la organización social del cuidado de la población dependiente y la caracterización de las brechas de atención; y iii) la reflexión sobre las continuidades y rupturas de la atención de estos grupos poblaciones desde la política pública. El trabajo se enfoca en la cuestión del cuidado de la población dependiente en tres grupos poblacionales: i) los niños y niñas en la primera infancia; ii) las personas adultas mayores en situación de dependencia severa; iii) las personas con discapacidad con necesidad de cuidados directos. A partir de la escasa y dispersa información disponible, el artículo concluye que la oferta de servicios públicos de cuidado directo para niños y niñas, personas mayores y con discapacidad es insuficiente, segmentada y dispersa. Los déficits son menores pero notorios para la primera infancia, y muy sustantivos para las personas mayores y con discapacidad. ----- * POLÍTICA INTEGRAL DE CUIDADOS-EXPLORAR * https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/mesa-interministerial-de-politicas-de-cuidado3.pdf * 2020. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/mesa-interministerial-de-politicas-de-cuidado3.pdf * La problemática social de los cuidados, en el marco de la agenda pública e institucional, presenta una complejidad particular dada la multiplicidad de aspectos que la conforman que precisa de una mirada sistémica e integral para un abordaje multidimensional superador. ---- * EL DERECHO AL CUIDADO- NUEVOS ESCENARIOS * http://www.derechoshumanos.unlp.edu.ar/assets/files/documentos/inaugurando-un-nuevo-escenario-el-derecho-al-cuidado-de-las-personas-adultas-mayores.pdf- M ---- * “Ciudades que cuidan” * LIBRO BLANCO DE CIUDADES QUE CUIDAN * https://recs.es/wp-content/uploads/2021/12/211124_Libro-Blanco_Ciudades-que-Cuidan_v2.pdf * “Hacia una sociedad cuidadora” * El Foro de debate: “Hacia una sociedad cuidadora”, promovido y desplegado por la Fundación Mémora, se inscribe en el proyecto de promoción y desarrollo del modelo de Ciudades que Cuidan que lidera la fundación. 2021 Contamos, como punto de partida, con la reflexión inicial efectuada por la profesora Victoria Camps, que nos da pistas claras del papel del cuidado en la sociedad del presente y del futuro. La reflexión y el posterior debate que han efectuado los profesionales, que han participado en este foro desde sus respectivas áreas de conocimiento, da soporte a la idea sobre la que se desarrolla esta reflexión, que se expresa en la puesta en valor del cuidado como elemento que debe vertebrar la sociedad y todas las políticas que se desarrollan, especialmente en un municipio, políticas centradas en dar un amplio soporte a las necesidades de sus ciudadanos. Cada grupo de reflexión nos ofrece su punto de vista, aunque una lectura en profundidad muestra una ligazón importante entre todas y cada una de las reflexiones, comentarios y decálogos que se han publicado en este Libro Blanco de Ciudades que Cuidan donde se muestran los caminos y los temas que una ciudad debe de considerar para poder situarse en la senda de ser una Ciudad que Cuida. A modo de conclusión seleccionamos para cada grupo una primera reflexión. Desde la óptica del grupo de Ética es importante y trascendente potenciar el autocuidado, debiéndose visibilizar el cuidado como algo transversal, más allá del rol de la mujer o femenino que hasta ahora ha tenido. Todos podemos y debemos asumir un papel en el cuidado. El grupo Soledad aporta la importancia de construir la arquitectura comunitaria que fomente las redes de cuidado y de apoyo mutuo y, se considera de gran relevancia, desde el grupo de Educación la incorporación de la educación para el cuidado en el currículum escolar. A su vez, el grupo Cultura destaca el compromiso de la cultura con los retos sociales, la cultura entendida como herramienta para hacer realidad el deseo de cambio, avanzando y dando respuesta a las necesidades sociales, movilizando y llamando a la acción, generando impacto social y emocional. El grupo Envejecimiento subraya la necesidad de promover un nuevo acuerdo intergeneracional para abordar y diseñar los nuevos retos de la nueva sociedad. Tenemos tiempo, tenemos experiencia y tenemos recursos suficientes para poderlo hacer. Si agrupamos la reflexión de los grupos más vinculados al mundo de lo sanitario y social, destacamos del grupo de Salud Pública la aportación, de que la salud de uno depende del cariño y el cuidado del otro. Como síntesis, cuídate de ti mismo lo necesario para vivir plenamente y del vecindario como de ti mismo. Del grupo Modelo Sanitario se recalca la importancia de potenciar el desarrollo de redes de ayuda y de lucha contra factores que son determinantes de la salud como son la pobreza o la soledad no deseada. Por su parte el grupo Médicos define cuidar como un verbo poliédrico que nos interpela a todos, la calidad y la ética de los cuidados nos define como profesionales, también a los médicos y como sociedad en general, y este debe ser el auténtico parámetro llamado estado de bienestar. A su vez del grupo Enfermería extraemos la idea de que el cuidado no se puede entender sin una relación interpersonal, de forma que tan importante como un tratamiento farmacológico es saber acompañar, saber escuchar y es facilitar el contacto. Desde la visión del grupo Psicología y Antropología hay que reforzar las estructuras de acogida, de compasión y el cuidado, creando lo que se ha llamado una cultura del encuentro. Para ser ciudadanos compasivos, hay que proponérselo. Por último, el grupo Farmacéuticos aporta la necesidad de establecer un sistema de comunicación entre todos los agentes del sistema de salud y social que permita compartir información a tiempo real en aquellos casos donde atender y cuidar sea importante para el paciente. Los grupos coinciden en la necesidad de coordinar el mundo de lo sanitario con el mundo de lo social, en ese sentido el grupo Social enfatiza, desde la óptica de la innovación social, la necesidad de reforzar los servicios sociales como cuarto pilar del estado de bienestar y su liderazgo en la coordinación de los planes municipales de la soledad no deseada. Ya que uno de sus objetivos básicos es mejorar la convivencia y la cohesión social. El grupo Voluntariado apuesta por un nuevo poder más orientado a la atención de las personas como centro de vida de las ciudades. Un poder donde prevalgan los valores atribuidos a lo femenino y que deben ser compartidos por hombres y mujeres en un nuevo modelo igualitario con más capacidad de transformar la convivencia, la cohesión y disminuir las desigualdades. De los grupos más vinculados a la arquitectura de las ciudades, de la legislación y de las políticas, destacamos del grupo Urbanismo y Hábitat la idea de que una nueva ciudad ha de ser abierta, inclusiva y adaptable, estar pensada a la medida de las personas, tanto para los espacios públicos como para la movilidad y los servicios urbanos. El grupo Ecología y Medio Ambiente aporta la urgencia de cambiar las reglas del juego en donde las personas y las leyes de la naturaleza deben estar en el centro de las políticas de la ciudad. Por otro lado, el grupo Política Municipal nos dice que la ciudad que cuida es la ciudad de los vecinos. Es una gran alianza múltiple, es sensibilizar para la detección precoz. El cuidado no debe ser solo una actitud vital, sino que debe ser una decisión política. Desde su vertiente, el grupo Legislación defiende la ley Integral de derechos de los mayores. Con la incorporación de la figura de un fiscal específico que proteja y defienda los derechos y persiga los abusos.El grupo Economía nos propone la gestión colaborativa, apuntando la necesidad de que debemos insistir en la idea de que hay espacio para una colaboración entre lo público, lo comunitario y lo privado. Se complementa con el grupo TICs que destaca la importancia de la gobernabilidad de las tecnologías de la información, resaltando que la tecnología contribuye a mejorar la calidad de la vida en casa. A su vez el grupo Investigación defiende que hay que desarrollar un aprendizaje realizado en codiseño y cocreación de servicios que se complementa con el grupo Comunicación que defiende reducir el edadismo y garantizar la voz de los mayores en los medios de comunicación. Para finalizar el grupo Feminismo en su reflexión refiere que ha hecho falta mucho tiempo para otorgar a la palabra “cuidados” valor como concepto político en las teorías sobre justicia social. Desde la Administración y los propios servicios públicos, sea sanidad, educación o servicios sociales, la profesionalidad se ha construido desde la lógica de los saberes técnicos, de la eficiencia y la racionalidad, más que desde lógicas relacionales y de apoyo mutuo. o. La economía feminista es hoy una subdisciplina reconocida y consolidada dentro de los estudios de Economía, que se ocupa en desvelar las formas en las que la organización social del cuidado no es solo injusto y poco eficiente, sino que también es insostenible. A modo de conclusión, en la sociedad actual más envejecida con una población que muestra una larga esperanza de vida, muy superior a la que hasta hace poco se tenía, con nuevas necesidades de servicios, donde predomina el anonimato de las personas y donde es difícil de establecer relaciones sociales, aparece la soledad no deseada de las personas como un factor de gran repercusión y preocupación. Es el momento de poner en valor el cuidado de las personas, en un sentido amplio desde el autocuidado hasta el cuidado de la comunidad, de la propia ciudad y del medio ambiente y es el momento de influir en las políticas a desarrollar en los municipios.. La ciudad actúa como elemento vertebrador de las acciones que en todos los ámbitos repercuten en la vida de las personas que la habitan. Es el momento de situar al cuidado como el alma de una ciudad. Las aportaciones de este Libro Blanco de Ciudades que Cuidan van en la línea de avanzar en esa dirección. ---- * Todos somos únicos y diferentes respecto al resto de personas; Yo tengo Alzheimer. Esas características diferenciales nos definen e identifican y son nuestra guía para que me garanticen una atención personalizada, acorde a las necesidades que tengo. * La personalización de los cuidados en personas con Alzheimer y otras demencias requiere un enfoque compasivo, comprensivo e interdisciplinar en todas las esferas. Un enfoque comunitario y de proximidad. Deben tenerse en cuenta las necesidades individuales y los cambios que atravesará a través del tiempo cada persona. * https://www.grupo5.net/personalizacion-de-los-cuidados-yo-tengo-alzheimer/ ---- * El futuro del trabajo incluye el cuidado: políticas empresarias que promueven la equidad febrero 28, 2025 * https://diversanoticias.com.ar/investigacion/el-futuro-del-trabajo-incluye-el-cuidado-politicas-empresarias-que-promueven-la-equidad/ ---- * Empresas que cuidan * https://empresasquecuidan.org/ * https://www.greatplacetowork.com.ar/mejores-lugares-para-trabajar/empresas-que-cuidan/2022 * La idea es seguir innovando y mensualmente el equipo de la gerencia, junto con el área de Administración de Personal, analiza indicadores, revisa casos particulares, releva necesidades e identifica puntos de mejora para seguir adaptando el programa a las necesidades reales. “Sabemos que el cuidado, entendido como un derecho humano, abarca tres dimensiones: recibir cuidados, brindar cuidados y el autocuidado. Si bien contamos con una política que contempla ampliamente las necesidades de las personas cuidadoras, somos conscientes de que todavía tenemos el desafío de continuar innovando en estos tres aspectos”, afirman. * Y subrayan que “el cuidado es una responsabilidad social compartida que implica el compromiso de distintos actores, entre ellos, las empresas. Tenemos un rol fundamental a la hora de impulsar políticas de cuidados que promuevan la construcción de hogares equitativos, desde una perspectiva diversa e inclusiva”. “Nuestra experiencia nos permite afirmar que implementar políticas de cuidado con perspectiva DEI no solo es beneficioso para la cultura organizacional, sino que marca el camino hacia el desarrollo de sociedades más justas y equitativas” concluyen. * ARREDO Y Unicef Argentina * UNICEF lleva adelante desde 2017 la iniciativa Empresas que cuidan, que responde a uno de los actores claves del diamante del cuidado que es el mercado. ---- * VER LINKS CUIDADO ESPAÑA https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/CllgCHrjmnkZFRnqrpHfLSJKTQXgZdkxkVkNsDZBrjNWKrMDRKQdqQXkNlXMFlkGJGZVgNvmBNB?projector=1 ---- * NildaChiaraviglio * El cuidado es un estilo de vida. No es algo que hay que hacer. * https://www.youtube.com/watch?v=S_vZcj4X2Mk * 12.32 la lista de acciones que tengo que tomar en cuenta. * Yo no soy, voy siendo. * Las conductas tienen consecuencias ---- * BID | Envejecer en América Latina y el Caribe: protección social y calidad de vida de las personas mayores * Título original: Envejecer en América Latina y el Caribe: protección social y calidad de vida de las personas mayores, Banco Interamericano de Desarrollo *https://iberoamericamayores.org/2022/09/03/bid-envejecer-en-america-latina-y-el-caribe-proteccion-social-y-calidad-de-vida-de-las-personas-mayores/ * Fecha de publicación: Junio de 2022 * En este informe se analiza la calidad de vida de las personas mayores en América Latina y el Caribe, cómo se relaciona con las políticas de protección social y cómo estas políticas deben adaptarse al envejecimiento de la población. Se mide la calidad de vida de las personas mayores como una combinación de esperanza de vida saludable y seguridad de ingresos. * En este informe, se define la protección social de las personas mayores como una combinación de pensiones, servicios de salud, y servicios de atención a la dependencia. Estas políticas están directamente relacionadas con la calidad de vida de las personas mayores. Las pensiones reducen la pobreza de las personas mayores. * Los servicios de salud, no solo mejoran su estado de salud, sino que reducen el riesgo de pobreza causada por gastos médicos muy altos. Los servicios de atención a la dependencia mejoran el bienestar de las personas dependientes y de sus familiares cuidadores. * Estos efectos positivos de la protección social están ampliamente documentados en la literatura. Para cada tipo de política, se evalúa el nivel de cobertura, la calidad de las prestaciones proporcionadas, y su sostenibilidad fiscal y social. ---- * cuidado de personas mayores bid latam + lic marco ---- * CEPAL LA CRISIS DEL CUIDADO * Políticas y sistemas integrales de cuidados de largo plazo para las personas mayores: análisis de experiencias en América Latina y el Caribe * 13 Dic 2023 | Enfoques * https://www.cepal.org/es/enfoques/politicas-sistemas-integrales-cuidados-largo-plazo-personas-mayores-analisis-experiencias * Resumen La llamada “crisis de los cuidados” provocada por la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha revelado las desigualdades a que se enfrentan tanto las mujeres y sus familias como las personas que trabajan en el ámbito de los cuidados y, por supuesto, quienes los requieren. En dicho contexto, el territorio, el género, la pertenencia étnica, la clase social, la situación migratoria, las identidades sexogenéricas y la situación de salud o enfermedad, entre otros, profundizan y perpetúan las desigualdades socioterritoriales. Asimismo, otro hecho manifiesto es que los cuidados de largo plazo se encuentran en crisis y requieren, también, una urgente reorganización, redistribución y revalorización social. Es así que en América Latina y el Caribe hay alrededor de ocho millones de personas mayores que requieren asistencia para llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria, en particular comer, vestirse o bañarse, una cifra que podría triplicarse hacia 2050 y alcanzar los 27 millones de personas (Cafagna y otros, 2019). En la actualidad, el 1% de la población total de la región —una cantidad equivalente al 12% de las personas mayores de 60 años— es dependiente por motivos de enfermedad o discapacidad y requiere cuidados de largo plazo (Cafagna y otros, 2019). Se estima que en 2030 el 17% de la población será mayor de 60 años, que en 2050 esa proporción habrá aumentado a una cuarta parte de la población (Cafagna y otros, 2019, pág. 7), y que hacia 2100 casi un tercio de la población tendrá más de 65 años (Turra y Fernandes, 2021, pág. 14). Si se tiene en cuenta que hay más probabilidades de que las personas mayores de 60 años presenten alguna dependencia funcional, puede afirmarse que el envejecimiento poblacional conlleva un aumento considerable de las necesidades de cuidados (Cafagna y otros, 2019). Sin embargo, los cuidados que pueden ofrecer las familias en sus hogares se están reduciendo debido a los cambios que están experimentando en su estructura, en ámbitos como la disminución de la fecundidad, la reducción de su tamaño, su verticalización, el envejecimiento, las migraciones, los divorcios y el aumento de los hogares unipersonales (Huenchuan, 2009; Oddone, 2020, pág. 47). El aumento de la demanda de cuidados y el hecho de que ya no es posible ni deseable que las mujeres continúen proveyéndolos de manera informal han generado una crisis en el ámbito de los cuidados que hace cada vez más necesaria la corresponsabilidad social y la intervención del Estado para proveer sistemas integrales de cuidados (CEPAL, 2010; Comas-d’Argemir y Bofill-Poch, 2021). A fin de hacer frente a la crisis de los cuidados, los Estados de la región han impulsado, a través de distintas Conferencias Regionales sobre la Mujer, el reconocimiento del derecho humano al cuidado y un cambio del paradigma de desarrollo para avanzar hacia uno centrado en el cuidado de las personas y el medio ambiente, a fin de establecer una “sociedad del cuidado” (CEPAL, 2022a). El derecho al cuidado incluye el derecho de toda persona a acceder a los cuidados que requiera para garantizar su bienestar, el derecho de las personas a decidir no brindar cuidados, o brindarlos en condiciones dignas, y el derecho al autocuidado. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cuidado de largo plazo se ha definido como: […] el sistema de actividades realizadas por cuidadores informales (familia, amigos o vecinos) o por profesionales (trabajadores de la salud, trabajadores sociales y otros) para asegurar que una persona que no es plenamente capaz de su autocuidado pueda mantener el más alto nivel de calidad de vida posible, de acuerdo con sus preferencias individuales, con el mayor grado posible de independencia, autonomía, participación, realización personal y dignidad humana” (OMS, 2002, pág. 7). Entonces, ¿cómo puede definirse a las personas que no son plenamente capaces de proveerse autocuidados? Son aquellas que no pueden realizar actividades necesarias para la vida diaria sin la ayuda de otros por un período prolongado (OMS, 2015, citado en Cafagna y otros, 2019, pág. 6). Comer, vestirse, bañarse, acostarse y levantarse de la cama, ir al baño y contener los esfínteres se definen como actividades básicas de la vida diaria, en tanto que prepararse la comida, limpiar, lavar, tomar medicamentos, trasladarse a lugares más allá de la distancia que puede recorrerse a pie, ir de compras, gestionar los asuntos de dinero y utilizar el teléfono o Internet se definen como actividades instrumentales. En consecuencia, en la elaboración de las políticas de cuidado de largo plazo debe tenerse en cuenta que los grupos sociales con menos poder y menos recursos económicos, o aquellos que enfrentan discriminaciones múltiples, tienden a presentar mayores necesidades de cuidados de largo plazo y enfrentan mayores obstáculos para satisfacerlas. En el caso de las personas mayores, se requiere que las políticas de cuidados ofrezcan una amplia gama de servicios, a fin de responder de manera adecuada a las necesidades específicas de cada situación particular y, a su vez, garantizar su derecho a recibir cuidados en condiciones de igualdad y no discriminación (Huenchuan y Roqué, 2009; OEA, 2015). Junto con la educación, la salud y la seguridad social, las políticas integrales de cuidados han sido reconocidas como uno de los pilares fundamentales del bienestar social (ONU-Mujeres/CEPAL, 2021) o del sistema de protección social (Comas D’Argemir, 2015). Dichas políticas persiguen un doble propósito: por un lado, garantizar el derecho al cuidado de las personas dependientes y, por otro, redistribuir el trabajo de cuidados entre los diferentes actores responsables del cuidado, promoviendo la igualdad de género. En este sentido, es necesario diseñar sistemas integrales de cuidados que tengan en cuenta las cuestiones relativas al género, la interseccionalidad, la interculturalidad y los derechos humanos, que promuevan la corresponsabilidad entre las mujeres y los hombres, el Estado, el mercado, las familias y la comunidad, y que incluyan políticas articuladas en torno al tiempo, los recursos, las prestaciones y los servicios públicos universales y de calidad, a fin de satisfacer las distintas necesidades de cuidado de la población como parte de los sistemas de protección social (CEPAL, 2020). Con respecto a los beneficios de la inversión en políticas integrales de cuidados, se ha demostrado que generan un dividendo triple que favorece el desarrollo económico de los países, a saber: i) en primer lugar, los cuidados y la educación que se brindan a la infancia repercuten de manera positiva en su desarrollo y en sus posibilidades futuras de acceder a mejores empleos; ii) en segundo lugar, los incentivos para formalizar el trabajo de cuidados, sean a través del Estado o del mercado, no solo permiten regular este sector para aumentar su calidad, sino que generan retornos en la forma de impuestos y aportes a la seguridad social, y iii) finalmente, la inversión en los sistemas de cuidados facilitaría la inserción de las mujeres en el mercado laboral y les permitiría aumentar los ingresos de sus hogares y romper el ciclo de la pobreza, que surge cuando no se tienen opciones para despojarse de la carga del trabajo de cuidados no remunerado (Bango y Cossani, 2021, pág. 19). También se ha reconocido que las políticas en materia de cuidados de largo plazo reducen el gasto en servicios sanitarios, ya que el número de emergencias se reduce y los cuidados mejoran la salud de las personas mayores (Cafagna y otros, 2019). Al respecto, Cafagna y otros (2019) consideran que los gobiernos deben ofrecer incentivos para hacer crecer el mercado de los servicios privados de cuidados de largo plazo, independientemente de que sean brindados por trabajadores y trabajadoras a cuenta propia, por residencias privadas de larga estadía, por empresas de servicios a domicilio o por empresas que brindan teleasistencia u otro tipo de soluciones de cuidados a través de la tecnología. Esto responde a que “pueden ser un poderoso motor de generación de empleo” (Cafagna y otros, 2019, pág. 48). Al respecto, la República de Corea es un ejemplo del crecimiento de este sector, ya que en menos de diez años ha logrado desarrollar un mercado de cuidados de largo plazo que emplea al 1% de la población, del cual el 95% son mujeres (Cafagna y otros, 2019, pág. 48). No obstante, existen algunas limitaciones para aplicar la propuesta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en los países de América Latina y el Caribe, una de las regiones con mayor desigualdad económica del mundo, en la que solo un sector reducido de la población podría pagar servicios privados de cuidados de largo plazo, que quedarían fuera del alcance de la mayoría. En consecuencia, si los Gobiernos de la región no logran garantizar los servicios de cuidados de largo plazo como un derecho humano cuya accesibilidad no se vea limitada por la posición económica de las personas, las medidas como las que sugiere el BID no harán más que profundizar las brechas de desigualdad en el ámbito del acceso a los cuidados. Por otro lado, la promoción de los servicios privados de cuidados debe ir acompañada de procesos y mecanismos de regulación y seguimiento impulsados por los gobiernos, a fin de asegurarse de que la lógica del lucro económico no se imponga por sobre las necesidades de cuidados de las personas mayores. En la República de Corea se vive un proceso de envejecimiento mucho más acelerado que en otros países del mundo debido a dos factores: por un lado, el rápido decrecimiento de su tasa de natalidad y, por el otro, el veloz incremento de la esperanza de vida. Se prevé que la población de ese país mayor de 65 años se duplicará en los próximos dos decenios, y pasará de 8,07 millones de personas (16,1%) en 2020 a 16,98 millones (35,3%) en 2040. Según las previsiones, el estadio de superenvejecimiento en la República de Corea se alcanzará en 2025, cuando la población de este grupo etario alcance el 20,3% del total de la población (Statistics Korea, 29 de septiembre de 2021). Por otro lado, debido al aumento del número de personas de 65 años y más, se espera que de aquí a 2040 la tasa de dependencia vinculada con el envejecimiento pase de 22,5 a 63,4 personas por cada 100 en edad de trabajar, y que el índice de envejecimiento aumente de 129,6 a 393,9 en el mismo período (Statistics Korea, 14 de abril de 2022) (véase el gráfico 1). SEGUIR LEYENDO. ---- |
- CAMBIO EN EL PARADIGMA DEL CUIDADO
- El paradigma es el modelo aceptado por la comunidad científica y lo que se enseña. Cambia el paradigma cuando nuevos datos surgen de las investigaciones, cuestionan la verdad vigente, son rechazados, pero consiguen una revolución. Los defensores del paradigma anterior se convierten o se van muriendo” Thomas Kuhn
- FUTURO DE LOS CUIDADOS EN ESPAÑA
- Luis Barriga (Imserso) y Pilar Manchón (Google) analizan el futuro de los cuidados en España
- 8 nov 2023
- El director del Instituto de Mayores ha cerrado la última sesión del VI Encuentro de Economía Sénior, bajo el título “Qué nos depara el futuro”. En esta sesión, el periodista Manuel Campo Vidal, que ha presentado y moderado todas las sesiones de este Encuentro, ha entrevistado al director general del IMSERSO, Luis Barriga, y Pilar Manchón, directora Senior de Ingeniería y de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial de Google, quien ha hablado del fin de la soledad mediante el uso de aplicaciones de Inteligencia Artificial.
- Participantes:
- • Manuel Campo Vidal, Presidente de Next Educación
- • Luis Alberto Barriga, director general del Imserso
- • Pilar Manchón, Directora Senior de Ingeniería y de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial de Google
- Luis Barriga (Imserso) y Pilar Manchón (Google) analizan el futuro de los cuidados en España
- Servicio de apoyo comunitario.
- Las personas quieren ser cuidadas en sus casas y no tanto institucionalizarlas.
- Apoyar a los que cuidan
- Profesionalizar y generar trabajadores y trabajos prestigiados de cuidado del otro. Formación, reconocimiento, buenos salarios.
- Atender a los deseos de las personas en sus proyectos de vida.
- Ver el envejecimiento como proceso (y la longevidad como aspiración)ya no se trata de poner fronteras de años 26.47 ver este proceso produce riqueza, no nos podemos dar el lujo de desatenderlo. Será un sector de la población muchísimo más empoderado
- 28 minutos. Digitalización y nuevas economías del cuidado
- 37 Pilar Manchón (Google) La inteligencia artificial y el cuidado
- Inteligencia conversacional, inteligencia generativa
- VI ENCUENTRO DE ECONOMIA SENIOR
- EL FUTURO DEL CUIDADO
- DEBATE SOBRE LA EVOLUCIÓN DEL MODELO DEL CUIDADO
- Mercé Pérez, Javier Yanguas,
v=mYLF2iCuqRMhttps://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/CllgCHrjmnkZFRnqrpHfLSJKTQXgZdkxkVkNsDZBrjNWKrMDRKQdqQXkNlXMFlkGJGZVgNvmBNB?projector=1
- El acompañamiento centrado en la persona respecto de otro modelo centrado en la organización.
- Cuidar es apoyar el proyecto de vida de la persona.
MariaAngelesDuran elevar los cuidados a prioridad nacional
- Mirar el tema de los cuidados en clave intergeneracional
- FRENTE A UN CAMBIO DE PARADIGMA LAS POTENCIALIDADES DE LA PERSONA MAYOR
- INSTITUTO CIENCIAS DE LA FAMILIA
- Proyecto de Ley- Hacia el reconocimiento de los cuidados como una necesidad, un trabajo y un derecho para un desarrollo con igualdad para todas, todes y todos
- “Cuidar en Igualdad” para la creación del Sistema Integral de Políticas de Cuidados de Argentina (SINCA)
- Cuidar en Igualdad: se envió al Congreso de la Nación el proyecto de ley para la creación del Sistema Integral de Políticas de Cuidados de Argentina- publicado lunes 02 de mayo de 2022
- El Poder Ejecutivo envió al Congreso de la Nación el proyecto de ley Cuidar en Igualdad. El texto, que fue elaborado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación junto al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, establece la creación del Sistema Integral de Cuidados de Argentina con perspectiva de género (SINCA) y la modificación del régimen de licencias en los sectores público y privado ampliando los derechos de lxs trabajadorxs gestantes, no gestantes y adoptantes que se desempeñen en relación de dependencia o sean monotributistas, monotributistas sociales o autónomos/as.
- Se denomina “trabajo de cuidado” a todas las actividades que cada persona realiza a diario para asegurar su propia subsistencia y la de los demás, como, por ejemplo: cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras o estar al cuidado de niñxs, personas mayores o personas con discapacidad que requieran apoyos de algún tipo. Son tareas relacionadas con la reproducción, el bienestar y el sostenimiento de la vida, porque todas las personas fuimos, somos y seremos cuidadas en algún momento de nuestra vida.
- En Argentina, según el módulo de uso del tiempo que se incorporó en 2013 a la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU), el tiempo social promedio dedicado al trabajo de cuidado no remunerado es muy desigual. Las mujeres pasan 5,7 horas por día haciendo trabajo de cuidado no remunerado mientras que los varones dedican en promedio solo 2 horas diarias (INDEC, 2014). En la pandemia, de acuerdo con el Estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires realizado por INDEC, la carga de cuidado aumentó y fue absorbida sobre todo por las mujeres (65% de los casos). Esa feminización del trabajo gratuito de cuidado no solo impacta en la vida económica de las mujeres, lo que explica gran parte de la “inactividad”, el desempleo y la informalidad en Argentina, sino que también produce pobreza y desigualdad en las familias. Los resultados preliminares de la Encuesta de Uso del Tiempo 2021 presentados el pasado jueves reproducen esa misma realidad, esto es, una mayor dedicación de las mujeres respecto de los varones a las responsabilidades de cuidado.
LA LEY DE CABA ECONOMÍA DEL CUIDADO LEY 4892 CABA – economía del cuidado http://www2.cedom.gob.ar/es/legislacion/normas/leyes/ley4892.html#:~:text=Ley%204892%20%2D%20Econom%C3%ADa%20del%20Cuidado%20%2D%20Impulso%20de%20Acciones%20%2D%20Objeto&text=Art%C3%ADculo%201%C2%B0.,la%20poblaci%C3%B3n%20sobre%20sus%20alcances.
https://www.pagina12.com.ar/67750-una-teoria-de-la-economia-del-cuidado
- Las diferencias en el uso del tiempo, que están en la base del concepto de “economía del cuidado”, “dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades”, afirma el Estudio, que basó su desarrollo en los resultados de evaluaciones piloto previas, como un cuestionario de actividades realizado en 2015 y un “diario de actividades” de 2005. La puesta en marcha de mediciones de trabajo no remunerado se desarrolla en la región desde 1995, a instancias de la Plataforma de Acción de Beijing, “que reconoce la utilidad social y el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que se realiza al interior de los hogares”.
- El informe recuerda que las “brechas de género en el uso del tiempo dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades”, y que esas diferencias son las que terminan teniendo impacto sobre el acceso de las mujeres a los recursos monetarios y, por lo tanto, sobre su propia autonomía. Sobre eso, señala la Dirección de Estadísticas y Censos porteña, el Estado tiene una responsabilidad nada menor. “En contextos de débil, insuficiente o inadecuada provisión de servicios públicos de cuidado, la organización del cuidado en los hogares depende principalmente del trabajo de cuidado n remunerado provisto por sus propios miembros, y de la posibilidad que tengan de adquirir servicios de cuidado en el mercado”, advierte el texto. Mientras que los hogares con más recursos “tendrán más posibilidades de comprar cuidado y con ello liberar tiempo propio (principalmente de las mujeres)”, los hogares más pobres “que habitualmente tienen además mayores cargas de cuidado, tienen más limitaciones para comprar cuidado, y con ello liberar tiempo, y por tanto no pueden generar ingresos, lo que les impide comprar cuidado, y de esa forma se reproduce la dinámica que los mantiene en esa situación”.
- A fondo- Claves de la humanización para acompañar a las personas mayores - Noviembre, 2018
Un artículo de Patricia Calleja Ruiz- Técnica en cuidados auxiliares de enfermería especializada en acompañamiento social y cuidado de personas mayores- https://www.geriatricarea.com/2018/11/27/claves-de-la-humanizacion-para-acompanar-a-las-personas-mayores/
- La acción de humanizar- Para empezar, “humanizar” es querer y ayudar a otra persona a caminar en el sentido de su propia vida. También es la acción de hacerse humano, familiar y afable con las personas que necesitan una relación social y calidez humana, cómo es el caso del grupo de personas mayores que necesitan un acompañamiento social en domicilio o residencia
- LAS TRES R DEL CUIDADO-RECONOCER, REDUCIR, REDISTRIBUIR. «Sociedad de los Cuidados» y de la Agenda 2030, de la falta de reconocimiento del cuidado y de sus costos, repartidos de manera desigual entre hombres y mujeres. «Un enfoque transformador sobre el cuidado significa modificar radicalmente la prestación de cuidados a través de las tres R: reconocer, reducir y redistribuir el cuidado
https://unaf.org/nuevos-paradigmas-en-el-abordaje-del-envejecimiento-en-familia/
- ANTROPOLOGÍA DE LOS CUIDADOS EN EL ANCIANO: evolución de los valores sociales sobre la vejez a través de la historia
- Manuel Lillo Crespo
- Diplomado Universitario en Enfermería, ATS/DUE Servcio de Urgencias Clínica Vistahermosa, Alicante. Licenciado en Ciencias de la Salud: Enfermería.Licenciado en Antropología Social y Cultural. Asociación Cultura de los Cuidados, Universidad de Alicante.
- Rodríguez Enríquez, Corina; Paredes, Rosa; Ungo, Norhala 2017 Cuaderno de Desarrollo Humano-El bienestar cuidado: Una responsabilidad que debe ser compartida. Panama.PNUD
https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/migration/pa/undp-pa-el-bienestar-cuidado.pdf
- (Comentario texto: El objetivo de esta publicación es iniciar juntos una reflexión central en Panamá, sobre la importancia de los temas de cuidado, tanto para el presente como para el futuro de nuestros países, que se encuentran en plena transición demográfica y que, si bien han alcanzado niveles altos de desarrollo humano, presentan el desafío de lograr que todas sus comunidades y grupos humanos se beneficien del desarrollo y amplíen sus capacidades para mejorar sus condiciones de vida.
- Por lo tanto, este estudio busca resaltar la importancia de una política de cuidado para potenciar el desarrollo humano de todas las personas y favorecer la igualdad de género, incrementando las oportunidades de desarrollo de las mujeres al distribuir de manera equitativa, a nivel familiar y entre todos los sectores, la tarea del cuidado.)
- La noción de cuidado refiere a las actividades indispensables para la reproducción cotidiana de la vida de las personas, brindando los elementos físicos y simbólicos que les permiten vivir en sociedad. Constituye, por tanto, una función social indispensable para garantizar el bienestar. Incluye el autocuidado, el cuidado directo de otras personas (la actividad interpersonal de cuidado), la provisión de las precondiciones en que se realiza el cuidado (la limpieza de la casa, la compra y preparación de alimentos) y la gestión del cuidado (coordinar horarios, realizar traslados a centros educativos y a otras instituciones, supervisar el trabajo de la cuidadora remunerada, entre otros).
- El cuidado permite atender las necesidades de las personas dependientes, por su edad o por sus condiciones/capacidades (niños y niñas, personas mayores, enfermas o con discapacidades) y también de las personas que podrían auto-proveerse dicho cuidado (Rodríguez Enríquez, 2005; Esquivel, 2011; ELA, 2012; Pautassi y Zibecchi, 2013). Para dar cuenta de cómo se provee este cuidado cotidiano, se puede utilizar el concepto de Organización Social del Cuidado (OSC), que refiere a la manera en que inter-relacionadamente las familias, el Estado, el mercado y las organizaciones comunitarias, producen y distribuyen cuidado.
- GIMENA DE LEÓN. 2017-JOVENES QUE CUIDAN-CIPPEC
- El objetivo de este documento es destacar la importancia que adquieren las responsabilidades del cuidado durante la juventud como mecanismo que impide a los jóvenes una efectiva participación en la sociedad y enfatizar la necesidad de contar con políticas públicas que apoyen esa función.
- Resumen ejecutivo
- En Argentina, una de cada seis mujeres tiene su primer hijo antes de los 19 años. La
maternidad adolescente se da mayormente en contextos de desigualdad: 7 de cada 10 madres jóvenes pertenecen a hogares de bajos ingresos. Las responsabilidades de cuidado afectan no solo a las madres, sino a un conjunto importante de jóvenes. Casi 4 de cada 10 jóvenes en el país tiene responsabilidades de cuidado, sobre todo de niños. Sin embargo, este dato oculta una gran diferencia de género: la proporción de mujeres que realiza esta importante función social duplica la de los varones. El 30% de jóvenes manifestó haber tenido que abandonar sus estudios o su trabajo debido a las responsabilidades de cuidado. Nuevamente este dato afecta mayormente a las jóvenes mujeres. Las mayores dificultades que enfrentan las mujeres jóvenes para continuar sus estudios o trabajar tiene consecuencias críticas para su autonomía, su empoderamiento y la construcción de su ciudadanía. Los lazos que genera la inclusión en las dos instituciones sociales clave (escuela y trabajo) son fundamentales para el desarrollo de las personas. Las trayectorias escolares interrumpidas confina a las jóvenes al ámbito doméstico, afectando su autonomía y posibilidad de desarrollar un capital social y cultural necesario para su desarrollo personal. Del universo de jóvenes que no estudian ni trabajan pero cuidan, el 95% está representado por mujeres. Lejos de tratarse de una población que “no hace nada” y que es conceptualizada a través de la visión peyorativa y estereotipada del término “Ni-Ni”, una parte importante de estas jóvenes realizan, de forma no remunerada, tareas de cuidado esenciales para el sostenimiento y la reproducción de la sociedad.
- DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE CUIDADO
- ¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidado?
- La noción de cuidado es multidimensional, lo que hace que pueda ser analizado desde múltiples aristas y, a su vez, es un concepto en construcción y disputa.
- Entendemos al cuidado como las “actividades que se realizan y las relaciones que se entablan para satisfacer las necesidades materiales y emocionales de niños y adultos dependientes” (Daly y Lewis citado en Esquivel, 2012).
- Las actividades que esta definición comprende son realmente amplias. Sin embargo, todas tienen en común que, quienes principalmente las llevan adelante, son mujeres.
- De esta manera, enfatizamos la mirada desde una perspectiva feminista, donde el cuidado es una actividad principalmente femenina, por ende, feminizada, y comprendida socialmente como una actividad que es responsabilidad de las mujeres6
- En este sentido, hay aquí una manera primaria de significar las relaciones de poder, como plantea Scott (1996) en su aporte sobre el género como categoría para analizar las relaciones sociales.
- EL DIAMANTE DEL CUIDADO
- The Political and Social Economy of Care in a Development Context Conceptual Issues, Research Questions and Policy Options Shahra Razavi 2007
- ¿Qué es el diamante del cuidado?
- Care Triangle or Care Diamond? The Case of Childcare and Eldercare in Serbia
- Organización social del cuidado en la Argentina. Brechas persistentes e impacto de las recientes reformas económicas 25/10/2019
- Corina Rodríguez Enríquez2, Gabriela Marzonetto3 y Virginia Alonso4
- Este artículo es resultado del proceso de investigación llevado a cabo para el proyecto PICT-2014-1154, financiado por el Foncyt.
- Resumen: Desde hace varios años la cuestión del cuidado viene ocupando un espacio de atención en la agenda de discusión de políticas públicas. La academia y organizaciones de la sociedad civil aportaron aspectos conceptuales y empíricos que permitieron advertir la centralidad del problema de la organización social del cuidado como vector de reproducción de desigualdad y contribuir a un debate informado sobre las maneras de enfrentarlo. El presente artículo pretende actualizar esta contribución mediante: i) la sistematización de los aportes conceptuales fundamentales para entender la cuestión como problema social; ii) la actualización de la evidencia existente para dar cuenta de la forma que adopta la organización social del cuidado de la población dependiente y la caracterización de las brechas de atención; y iii) la reflexión sobre las continuidades y rupturas de la atención de estos grupos poblaciones desde la política pública. El trabajo se enfoca en la cuestión del cuidado de la población dependiente en tres grupos poblacionales: i) los niños y niñas en la primera infancia; ii) las personas adultas mayores en situación de dependencia severa; iii) las personas con discapacidad con necesidad de cuidados directos. A partir de la escasa y dispersa información disponible, el artículo concluye que la oferta de servicios públicos de cuidado directo para niños y niñas, personas mayores y con discapacidad es insuficiente, segmentada y dispersa. Los déficits son menores pero notorios para la primera infancia, y muy sustantivos para las personas mayores y con discapacidad.
- POLÍTICA INTEGRAL DE CUIDADOS-EXPLORAR
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/mesa-interministerial-de-politicas-de-cuidado3.pdf
2020. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/mesa-interministerial-de-politicas-de-cuidado3.pdf
- La problemática social de los cuidados, en el marco de la agenda pública e institucional, presenta una complejidad particular dada la multiplicidad de aspectos que la conforman que precisa de una mirada sistémica e integral para un abordaje multidimensional superador.
- EL DERECHO AL CUIDADO- NUEVOS ESCENARIOS
- “Ciudades que cuidan”
- LIBRO BLANCO DE CIUDADES QUE CUIDAN
https://recs.es/wp-content/uploads/2021/12/211124_Libro-Blanco_Ciudades-que-Cuidan_v2.pdf
- “Hacia una sociedad cuidadora”
- El Foro de debate: “Hacia una sociedad cuidadora”,
promovido y desplegado por la Fundación Mémora, se inscribe en el proyecto de promoción y desarrollo del modelo de Ciudades que Cuidan que lidera la fundación. 2021 Contamos, como punto de partida, con la reflexión inicial efectuada por la profesora Victoria Camps, que nos da pistas claras del papel del cuidado en la sociedad del presente y del futuro. La reflexión y el posterior debate que han efectuado los profesionales, que han participado en este foro desde sus respectivas áreas de conocimiento, da soporte a la idea sobre la que se desarrolla esta reflexión, que se expresa en la puesta en valor del cuidado como elemento que debe vertebrar la sociedad y todas las políticas que se desarrollan, especialmente en un municipio, políticas centradas en dar un amplio soporte a las necesidades de sus ciudadanos. Cada grupo de reflexión nos ofrece su punto de vista, aunque una lectura en profundidad muestra una ligazón importante entre todas y cada una de las reflexiones, comentarios y decálogos que se han publicado en este Libro Blanco de Ciudades que Cuidan donde se muestran los caminos y los temas que una ciudad debe de considerar para poder situarse en la senda de ser una Ciudad que Cuida. A modo de conclusión seleccionamos para cada grupo una primera reflexión. Desde la óptica del grupo de Ética es importante y trascendente potenciar el autocuidado, debiéndose visibilizar el cuidado como algo transversal, más allá del rol de la mujer o femenino que hasta ahora ha tenido. Todos podemos y debemos asumir un papel en el cuidado. El grupo Soledad aporta la importancia de construir la arquitectura comunitaria que fomente las redes de cuidado y de apoyo mutuo y, se considera de gran relevancia, desde el grupo de Educación la incorporación de la educación para el cuidado en el currículum escolar. A su vez, el grupo Cultura destaca el compromiso de la cultura con los retos sociales, la cultura entendida como herramienta para hacer realidad el deseo de cambio, avanzando y dando respuesta a las necesidades sociales, movilizando y llamando a la acción, generando impacto social y emocional. El grupo Envejecimiento subraya la necesidad de promover un nuevo acuerdo intergeneracional para abordar y diseñar los nuevos retos de la nueva sociedad. Tenemos tiempo, tenemos experiencia y tenemos recursos suficientes para poderlo hacer. Si agrupamos la reflexión de los grupos más vinculados al mundo de lo sanitario y social, destacamos del grupo de Salud Pública la aportación, de que la salud de uno depende del cariño y el cuidado del otro. Como síntesis, cuídate de ti mismo lo necesario para vivir plenamente y del vecindario como de ti mismo. Del grupo Modelo Sanitario se recalca la importancia de potenciar el desarrollo de redes de ayuda y de lucha contra factores que son determinantes de la salud como son la pobreza o la soledad no deseada. Por su parte el grupo Médicos define cuidar como un verbo poliédrico que nos interpela a todos, la calidad y la ética de los cuidados nos define como profesionales, también a los médicos y como sociedad en general, y este debe ser el auténtico parámetro llamado estado de bienestar. A su vez del grupo Enfermería extraemos la idea de que el cuidado no se puede entender sin una relación interpersonal, de forma que tan importante como un tratamiento farmacológico es saber acompañar, saber escuchar y es facilitar el contacto. Desde la visión del grupo Psicología y Antropología hay que reforzar las estructuras de acogida, de compasión y el cuidado, creando lo que se ha llamado una cultura del encuentro. Para ser ciudadanos compasivos, hay que proponérselo. Por último, el grupo Farmacéuticos aporta la necesidad de establecer un sistema de comunicación entre todos los agentes del sistema de salud y social que permita compartir información a tiempo real en aquellos casos donde atender y cuidar sea importante para el paciente. Los grupos coinciden en la necesidad de coordinar el mundo de lo sanitario con el mundo de lo social, en ese sentido el grupo Social enfatiza, desde la óptica de la innovación social, la necesidad de reforzar los servicios sociales como cuarto pilar del estado de bienestar y su liderazgo en la coordinación de los planes municipales de la soledad no deseada. Ya que uno de sus objetivos básicos es mejorar la convivencia y la cohesión social. El grupo Voluntariado apuesta por un nuevo poder más orientado a la atención de las personas como centro de vida de las ciudades. Un poder donde prevalgan los valores atribuidos a lo femenino y que deben ser compartidos por hombres y mujeres en un nuevo modelo igualitario con más capacidad de transformar la convivencia, la cohesión y disminuir las desigualdades. De los grupos más vinculados a la arquitectura de las ciudades, de la legislación y de las políticas, destacamos del grupo Urbanismo y Hábitat la idea de que una nueva ciudad ha de ser abierta, inclusiva y adaptable, estar pensada a la medida de las personas, tanto para los espacios públicos como para la movilidad y los servicios urbanos. El grupo Ecología y Medio Ambiente aporta la urgencia de cambiar las reglas del juego en donde las personas y las leyes de la naturaleza deben estar en el centro de las políticas de la ciudad. Por otro lado, el grupo Política Municipal nos dice que la ciudad que cuida es la ciudad de los vecinos. Es una gran alianza múltiple, es sensibilizar para la detección precoz. El cuidado no debe ser solo una actitud vital, sino que debe ser una decisión política. Desde su vertiente, el grupo Legislación defiende la ley Integral de derechos de los mayores. Con la incorporación de la figura de un fiscal específico que proteja y defienda los derechos y persiga los abusos.El grupo Economía nos propone la gestión colaborativa, apuntando la necesidad de que debemos insistir en la idea de que hay espacio para una colaboración entre lo público, lo comunitario y lo privado. Se complementa con el grupo TICs que destaca la importancia de la gobernabilidad de las tecnologías de la información, resaltando que la tecnología contribuye a mejorar la calidad de la vida en casa. A su vez el grupo Investigación defiende que hay que desarrollar un aprendizaje realizado en codiseño y cocreación de servicios que se complementa con el grupo Comunicación que defiende reducir el edadismo y garantizar la voz de los mayores en los medios de comunicación. Para finalizar el grupo Feminismo en su reflexión refiere que ha hecho falta mucho tiempo para otorgar a la palabra “cuidados” valor como concepto político en las teorías sobre justicia social. Desde la Administración y los propios servicios públicos, sea sanidad, educación o servicios sociales, la profesionalidad se ha construido desde la lógica de los saberes técnicos, de la eficiencia y la racionalidad, más que desde lógicas relacionales y de apoyo mutuo. o. La economía feminista es hoy una subdisciplina reconocida y consolidada dentro de los estudios de Economía, que se ocupa en desvelar las formas en las que la organización social del cuidado no es solo injusto y poco eficiente, sino que también es insostenible. A modo de conclusión, en la sociedad actual más envejecida con una población que muestra una larga esperanza de vida, muy superior a la que hasta hace poco se tenía, con nuevas necesidades de servicios, donde predomina el anonimato de las personas y donde es difícil de establecer relaciones sociales, aparece la soledad no deseada de las personas como un factor de gran repercusión y preocupación. Es el momento de poner en valor el cuidado de las personas, en un sentido amplio desde el autocuidado hasta el cuidado de la comunidad, de la propia ciudad y del medio ambiente y es el momento de influir en las políticas a desarrollar en los municipios.. La ciudad actúa como elemento vertebrador de las acciones que en todos los ámbitos repercuten en la vida de las personas que la habitan. Es el momento de situar al cuidado como el alma de una ciudad. Las aportaciones de este Libro Blanco de Ciudades que Cuidan van en la línea de avanzar en esa dirección.
- Todos somos únicos y diferentes respecto al resto de personas; Yo tengo Alzheimer. Esas características diferenciales nos definen e identifican y son nuestra guía para que me garanticen una atención personalizada, acorde a las necesidades que tengo.
- La personalización de los cuidados en personas con Alzheimer y otras demencias requiere un enfoque compasivo, comprensivo e interdisciplinar en todas las esferas. Un enfoque comunitario y de proximidad. Deben tenerse en cuenta las necesidades individuales y los cambios que atravesará a través del tiempo cada persona.
https://www.grupo5.net/personalizacion-de-los-cuidados-yo-tengo-alzheimer/
- El futuro del trabajo incluye el cuidado: políticas empresarias que promueven la equidad febrero 28, 2025
- Empresas que cuidan
https://www.greatplacetowork.com.ar/mejores-lugares-para-trabajar/empresas-que-cuidan/2022
- La idea es seguir innovando y mensualmente el equipo de la gerencia, junto con el área de Administración de Personal, analiza indicadores, revisa casos particulares, releva necesidades e identifica puntos de mejora para seguir adaptando el programa a las necesidades reales. “Sabemos que el cuidado, entendido como un derecho humano, abarca tres dimensiones: recibir cuidados, brindar cuidados y el autocuidado. Si bien contamos con una política que contempla ampliamente las necesidades de las personas cuidadoras, somos conscientes de que todavía tenemos el desafío de continuar innovando en estos tres aspectos”, afirman.
- Y subrayan que “el cuidado es una responsabilidad social compartida que implica el compromiso de distintos actores, entre ellos, las empresas. Tenemos un rol fundamental a la hora de impulsar políticas de cuidados que promuevan la construcción de hogares equitativos, desde una perspectiva diversa e inclusiva”. “Nuestra experiencia nos permite afirmar que implementar políticas de cuidado con perspectiva DEI no solo es beneficioso para la cultura organizacional, sino que marca el camino hacia el desarrollo de sociedades más justas y equitativas” concluyen.
- ARREDO Y Unicef Argentina
- UNICEF lleva adelante desde 2017 la iniciativa Empresas que cuidan, que responde a uno de los actores claves del diamante del cuidado que es el mercado.
- VER LINKS CUIDADO ESPAÑA
- El cuidado es un estilo de vida. No es algo que hay que hacer.
- 12.32 la lista de acciones que tengo que tomar en cuenta.
- Yo no soy, voy siendo.
- Las conductas tienen consecuencias
- BID | Envejecer en América Latina y el Caribe: protección social y calidad de vida de las personas mayores
- Título original: Envejecer en América Latina y el Caribe: protección social y calidad de vida de las personas mayores, Banco Interamericano de Desarrollo
- Fecha de publicación: Junio de 2022
- En este informe se analiza la calidad de vida de las personas mayores en América Latina y el Caribe, cómo se relaciona con las políticas de protección social y cómo estas políticas deben adaptarse al envejecimiento de la población. Se mide la calidad de vida de las personas mayores como una combinación de esperanza de vida saludable y seguridad de ingresos.
- En este informe, se define la protección social de las personas mayores como una combinación de pensiones, servicios de salud, y servicios de atención a la dependencia. Estas políticas están directamente relacionadas con la calidad de vida de las personas mayores. Las pensiones reducen la pobreza de las personas mayores.
- Los servicios de salud, no solo mejoran su estado de salud, sino que reducen el riesgo de pobreza causada por gastos médicos muy altos. Los servicios de atención a la dependencia mejoran el bienestar de las personas dependientes y de sus familiares cuidadores.
- Estos efectos positivos de la protección social están ampliamente documentados en la literatura. Para cada tipo de política, se evalúa el nivel de cobertura, la calidad de las prestaciones proporcionadas, y su sostenibilidad fiscal y social.
- cuidado de personas mayores bid latam + lic marco
- CEPAL LA CRISIS DEL CUIDADO
- Políticas y sistemas integrales de cuidados de largo plazo para las personas mayores: análisis de experiencias en América Latina y el Caribe
- 13 Dic 2023 | Enfoques
- Resumen
La llamada “crisis de los cuidados” provocada por la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha revelado las desigualdades a que se enfrentan tanto las mujeres y sus familias como las personas que trabajan en el ámbito de los cuidados y, por supuesto, quienes los requieren. En dicho contexto, el territorio, el género, la pertenencia étnica, la clase social, la situación migratoria, las identidades sexogenéricas y la situación de salud o enfermedad, entre otros, profundizan y perpetúan las desigualdades socioterritoriales. Asimismo, otro hecho manifiesto es que los cuidados de largo plazo se encuentran en crisis y requieren, también, una urgente reorganización, redistribución y revalorización social.
Es así que en América Latina y el Caribe hay alrededor de ocho millones de personas mayores que requieren asistencia para llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria, en particular comer, vestirse o bañarse, una cifra que podría triplicarse hacia 2050 y alcanzar los 27 millones de personas (Cafagna y otros, 2019). En la actualidad, el 1% de la población total de la región —una cantidad equivalente al 12% de las personas mayores de 60 años— es dependiente por motivos de enfermedad o discapacidad y requiere cuidados de largo plazo (Cafagna y otros, 2019).
Se estima que en 2030 el 17% de la población será mayor de 60 años, que en 2050 esa proporción habrá aumentado a una cuarta parte de la población (Cafagna y otros, 2019, pág. 7), y que hacia 2100 casi un tercio de la población tendrá más de 65 años (Turra y Fernandes, 2021, pág. 14). Si se tiene en cuenta que hay más probabilidades de que las personas mayores de 60 años presenten alguna dependencia funcional, puede afirmarse que el envejecimiento poblacional conlleva un aumento considerable de las necesidades de cuidados (Cafagna y otros, 2019). Sin embargo, los cuidados que pueden ofrecer las familias en sus hogares se están reduciendo debido a los cambios que están experimentando en su estructura, en ámbitos como la disminución de la fecundidad, la reducción de su tamaño, su verticalización, el envejecimiento, las migraciones, los divorcios y el aumento de los hogares unipersonales (Huenchuan, 2009; Oddone, 2020, pág. 47).
El aumento de la demanda de cuidados y el hecho de que ya no es posible ni deseable que las mujeres continúen proveyéndolos de manera informal han generado una crisis en el ámbito de los cuidados que hace cada vez más necesaria la corresponsabilidad social y la intervención del Estado para proveer sistemas integrales de cuidados (CEPAL, 2010; Comas-d’Argemir y Bofill-Poch, 2021).
A fin de hacer frente a la crisis de los cuidados, los Estados de la región han impulsado, a través de distintas Conferencias Regionales sobre la Mujer, el reconocimiento del derecho humano al cuidado y un cambio del paradigma de desarrollo para avanzar hacia uno centrado en el cuidado de las personas y el medio ambiente, a fin de establecer una “sociedad del cuidado” (CEPAL, 2022a). El derecho al cuidado incluye el derecho de toda persona a acceder a los cuidados que requiera para garantizar su bienestar, el derecho de las personas a decidir no brindar cuidados, o brindarlos en condiciones dignas, y el derecho al autocuidado.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cuidado de largo plazo se ha definido como:
[…] el sistema de actividades realizadas por cuidadores informales (familia, amigos o vecinos) o por profesionales (trabajadores de la salud, trabajadores sociales y otros) para asegurar que una persona que no es plenamente capaz de su autocuidado pueda mantener el más alto nivel de calidad de vida posible, de acuerdo con sus preferencias individuales, con el mayor grado posible de independencia, autonomía, participación, realización personal y dignidad humana” (OMS, 2002, pág. 7).
Entonces, ¿cómo puede definirse a las personas que no son plenamente capaces de proveerse autocuidados? Son aquellas que no pueden realizar actividades necesarias para la vida diaria sin la ayuda de otros por un período prolongado (OMS, 2015, citado en Cafagna y otros, 2019, pág. 6). Comer, vestirse, bañarse, acostarse y levantarse de la cama, ir al baño y contener los esfínteres se definen como actividades básicas de la vida diaria, en tanto que prepararse la comida, limpiar, lavar, tomar medicamentos, trasladarse a lugares más allá de la distancia que puede recorrerse a pie, ir de compras, gestionar los asuntos de dinero y utilizar el teléfono o Internet se definen como actividades instrumentales.
En consecuencia, en la elaboración de las políticas de cuidado de largo plazo debe tenerse en cuenta que los grupos sociales con menos poder y menos recursos económicos, o aquellos que enfrentan discriminaciones múltiples, tienden a presentar mayores necesidades de cuidados de largo plazo y enfrentan mayores obstáculos para satisfacerlas. En el caso de las personas mayores, se requiere que las políticas de cuidados ofrezcan una amplia gama de servicios, a fin de responder de manera adecuada a las necesidades específicas de cada situación particular y, a su vez, garantizar su derecho a recibir cuidados en condiciones de igualdad y no discriminación (Huenchuan y Roqué, 2009; OEA, 2015).
Junto con la educación, la salud y la seguridad social, las políticas integrales de cuidados han sido reconocidas como uno de los pilares fundamentales del bienestar social (ONU-Mujeres/CEPAL, 2021) o del sistema de protección social (Comas D’Argemir, 2015). Dichas políticas persiguen un doble propósito: por un lado, garantizar el derecho al cuidado de las personas dependientes y, por otro, redistribuir el trabajo de cuidados entre los diferentes actores responsables del cuidado, promoviendo la igualdad de género.
En este sentido, es necesario diseñar sistemas integrales de cuidados que tengan en cuenta las cuestiones relativas al género, la interseccionalidad, la interculturalidad y los derechos humanos, que promuevan la corresponsabilidad entre las mujeres y los hombres, el Estado, el mercado, las familias y la comunidad, y que incluyan políticas articuladas en torno al tiempo, los recursos, las prestaciones y los servicios públicos universales y de calidad, a fin de satisfacer las distintas necesidades de cuidado de la población como parte de los sistemas de protección social (CEPAL, 2020).
Con respecto a los beneficios de la inversión en políticas integrales de cuidados, se ha demostrado que generan un dividendo triple que favorece el desarrollo económico de los países, a saber: i) en primer lugar, los cuidados y la educación que se brindan a la infancia repercuten de manera positiva en su desarrollo y en sus posibilidades futuras de acceder a mejores empleos; ii) en segundo lugar, los incentivos para formalizar el trabajo de cuidados, sean a través del Estado o del mercado, no solo permiten regular este sector para aumentar su calidad, sino que generan retornos en la forma de impuestos y aportes a la seguridad social, y iii) finalmente, la inversión en los sistemas de cuidados facilitaría la inserción de las mujeres en el mercado laboral y les permitiría aumentar los ingresos de sus hogares y romper el ciclo de la pobreza, que surge cuando no se tienen opciones para despojarse de la carga del trabajo de cuidados no remunerado (Bango y Cossani, 2021, pág. 19). También se ha reconocido que las políticas en materia de cuidados de largo plazo reducen el gasto en servicios sanitarios, ya que el número de emergencias se reduce y los cuidados mejoran la salud de las personas mayores (Cafagna y otros, 2019).
Al respecto, Cafagna y otros (2019) consideran que los gobiernos deben ofrecer incentivos para hacer crecer el mercado de los servicios privados de cuidados de largo plazo, independientemente de que sean brindados por trabajadores y trabajadoras a cuenta propia, por residencias privadas de larga estadía, por empresas de servicios a domicilio o por empresas que brindan teleasistencia u otro tipo de soluciones de cuidados a través de la tecnología. Esto responde a que “pueden ser un poderoso motor de generación de empleo” (Cafagna y otros, 2019, pág. 48). Al respecto, la República de Corea es un ejemplo del crecimiento de este sector, ya que en menos de diez años ha logrado desarrollar un mercado de cuidados de largo plazo que emplea al 1% de la población, del cual el 95% son mujeres (Cafagna y otros, 2019, pág. 48).
No obstante, existen algunas limitaciones para aplicar la propuesta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en los países de América Latina y el Caribe, una de las regiones con mayor desigualdad económica del mundo, en la que solo un sector reducido de la población podría pagar servicios privados de cuidados de largo plazo, que quedarían fuera del alcance de la mayoría. En consecuencia, si los Gobiernos de la región no logran garantizar los servicios de cuidados de largo plazo como un derecho humano cuya accesibilidad no se vea limitada por la posición económica de las personas, las medidas como las que sugiere el BID no harán más que profundizar las brechas de desigualdad en el ámbito del acceso a los cuidados.
Por otro lado, la promoción de los servicios privados de cuidados debe ir acompañada de procesos y mecanismos de regulación y seguimiento impulsados por los gobiernos, a fin de asegurarse de que la lógica del lucro económico no se imponga por sobre las necesidades de cuidados de las personas mayores.
En la República de Corea se vive un proceso de envejecimiento mucho más acelerado que en otros países del mundo debido a dos factores: por un lado, el rápido decrecimiento de su tasa de natalidad y, por el otro, el veloz incremento de la esperanza de vida. Se prevé que la población de ese país mayor de 65 años se duplicará en los próximos dos decenios, y pasará de 8,07 millones de personas (16,1%) en 2020 a 16,98 millones (35,3%) en 2040. Según las previsiones, el estadio de superenvejecimiento en la República de Corea se alcanzará en 2025, cuando la población de este grupo etario alcance el 20,3% del total de la población (Statistics Korea, 29 de septiembre de 2021). Por otro lado, debido al aumento del número de personas de 65 años y más, se espera que de aquí a 2040 la tasa de dependencia vinculada con el envejecimiento pase de 22,5 a 63,4 personas por cada 100 en edad de trabajar, y que el índice de envejecimiento aumente de 129,6 a 393,9 en el mismo período (Statistics Korea, 14 de abril de 2022) (véase el gráfico 1).
SEGUIR LEYENDO.
Volver a
página inicial: http://www.gestion-del-conocimiento.info/