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 * Se denomina “trabajo de cuidado” a todas las actividades que cada persona realiza a diario para asegurar su propia subsistencia y la de los demás, como, por ejemplo: cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras o estar al cuidado de niñxs, personas mayores o personas con discapacidad que requieran apoyos de algún tipo. Son tareas relacionadas con la reproducción, el bienestar y el sostenimiento de la vida, porque todas y todos fuimos, somos y seremos cuidados en algún momento de nuestra vida.  * Se denomina “trabajo de cuidado” a todas las actividades que cada persona realiza a diario para asegurar su propia subsistencia y la de los demás, como, por ejemplo: cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras o estar al cuidado de niñxs, personas mayores o personas con discapacidad que requieran apoyos de algún tipo. Son tareas relacionadas con la reproducción, el bienestar y el sostenimiento de la vida, porque todas las personas fuimos, somos y seremos cuidadas en algún momento de nuestra vida.
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 * Rodríguez Enríquez, Corina; Paredes, Rosa; Ungo, Norhala 2017 Cuaderno de Desarrollo Humano-El bienestar cuidado: Una responsabilidad que debe ser compartida. Panama.PNUD
 * https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/migration/pa/undp-pa-el-bienestar-cuidado.pdf
 * (Comentario texto: El objetivo de esta publicación es iniciar juntos una reflexión central en Panamá, sobre la importancia de los temas de cuidado, tanto para el presente como para el futuro de nuestros países, que se encuentran en plena transición demográfica y que, si bien han alcanzado niveles altos de desarrollo humano, presentan el desafío de lograr que todas sus comunidades y grupos humanos se beneficien del desarrollo y amplíen sus capacidades para mejorar sus condiciones de vida.
Por lo tanto, este estudio busca resaltar la importancia de una política de cuidado para potenciar el desarrollo humano de todas las personas y favorecer la igualdad de género, incrementando las oportunidades de desarrollo de las mujeres al distribuir de manera equitativa, a nivel familiar y entre todos los sectores, la tarea del cuidado.)
 * La noción de cuidado refiere a las actividades indispensables para la reproducción cotidiana de la vida
de las personas, brindando los elementos físicos y simbólicos que les permiten vivir en sociedad. Constituye, por tanto, una función social indispensable para garantizar el bienestar. Incluye el autocuidado,
el cuidado directo de otras personas (la actividad interpersonal de cuidado), la provisión de las precondiciones en que se realiza el cuidado (la limpieza de la casa, la compra y preparación de alimentos) y la
gestión del cuidado (coordinar horarios, realizar traslados a centros educativos y a otras instituciones,
supervisar el trabajo de la cuidadora remunerada, entre otros). El cuidado permite atender las necesidades de las personas dependientes, por su edad o por sus condiciones/capacidades (niños y niñas, personas mayores, enfermas o con discapacidades) y también de las personas que podrían auto-proveerse
dicho cuidado (Rodríguez Enríquez, 2005; Esquivel, 2011; ELA, 2012; Pautassi y Zibecchi, 2013).
Para dar cuenta de cómo se provee este cuidado cotidiano, se puede utilizar el concepto de Organización Social del Cuidado (OSC), que refiere a la manera en que inter-relacionadamente las familias, el
Estado, el mercado y las organizaciones comunitarias, producen y distribuyen cuidado.
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 * GIMENA DE LEÓN. 2017-JOVENES QUE CUIDAN-CIPPEC
 * https://www.cippec.org/wp-content/uploads/2017/04/158-DT-PS-Jovenes-que-cuidan-Gimena-de-Leon-2017.pdf
 * El objetivo de este documento es destacar la importancia que adquieren las responsabilidades del cuidado durante la juventud como mecanismo que
impide a los jóvenes una efectiva participación en la sociedad y enfatizar la necesidad de contar con políticas públicas que apoyen esa función.
 * Resumen ejecutivo
En Argentina, una de cada seis mujeres tiene su primer hijo antes de los 19 años. La
maternidad adolescente se da mayormente en contextos de desigualdad: 7 de cada 10
madres jóvenes pertenecen a hogares de bajos ingresos.
Las responsabilidades de cuidado afectan no solo a las madres, sino a un conjunto
importante de jóvenes. Casi 4 de cada 10 jóvenes en el país tiene responsabilidades de
cuidado, sobre todo de niños. Sin embargo, este dato oculta una gran diferencia de género:
la proporción de mujeres que realiza esta importante función social duplica la de los
varones. El 30% de jóvenes manifestó haber tenido que abandonar sus estudios o su
trabajo debido a las responsabilidades de cuidado. Nuevamente este dato afecta
mayormente a las jóvenes mujeres.
Las mayores dificultades que enfrentan las mujeres jóvenes para continuar sus estudios o
trabajar tiene consecuencias críticas para su autonomía, su empoderamiento y la
construcción de su ciudadanía. Los lazos que genera la inclusión en las dos instituciones
sociales clave (escuela y trabajo) son fundamentales para el desarrollo de las personas. Las
trayectorias escolares interrumpidas confina a las jóvenes al ámbito doméstico, afectando
su autonomía y posibilidad de desarrollar un capital social y cultural necesario para su
desarrollo personal.
Del universo de jóvenes que no estudian ni trabajan pero cuidan, el 95% está representado
por mujeres. Lejos de tratarse de una población que “no hace nada” y que es
conceptualizada a través de la visión peyorativa y estereotipada del término “Ni-Ni”, una
parte importante de estas jóvenes realizan, de forma no remunerada, tareas de cuidado
esenciales para el sostenimiento y la reproducción de la sociedad.
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 * DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE CUIDADO
 * ¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidado?
 * La noción de cuidado es multidimensional, lo que hace que pueda ser analizado desde múltiples aristas y, a su vez, es un concepto en construcción y disputa.
 * Entendemos al cuidado como las “actividades que se realizan y las relaciones que se entablan para satisfacer las necesidades materiales y emocionales de niños y adultos dependientes” (Daly y Lewis citado en Esquivel, 2012).
 * Las actividades que esta definición comprende son realmente amplias. Sin embargo, todas tienen en común que, quienes principalmente las llevan adelante, son mujeres.
 * De esta manera, enfatizamos la mirada desde una perspectiva feminista, donde el cuidado es una actividad principalmente femenina, por ende, feminizada, y comprendida socialmente como una actividad que es responsabilidad de las mujeres6
 * En este sentido, hay aquí una manera primaria de significar las relaciones de poder, como plantea Scott (1996) en su aporte sobre el género como categoría para analizar las relaciones sociales.
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 * EL DIAMANTE DEL CUIDADO
 * The Political and Social Economy of Care in a Development Context Conceptual Issues, Research Questions and Policy Options Shahra Razavi 2007
 * https://www.researchgate.net/publication/237432821_The_Political_and_Social_Economy_of_Care_in_a_Development_Context_Conceptual_Issues_Research_Questions_and_Policy_Options

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 * ¿Qué es el diamante del cuidado?
 * https://www.facebook.com/watch/?v=1287025041717561
 * Care Triangle or Care Diamond? The Case of Childcare and Eldercare in Serbia
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 * https://ojs.aset.org.ar/revista/article/view/53/101
 * Organización social del cuidado en la Argentina. Brechas persistentes e impacto de las recientes reformas económicas 25/10/2019
 * Corina Rodríguez Enríquez2, Gabriela Marzonetto3 y Virginia Alonso4
 * Este artículo es resultado del proceso de investigación llevado a cabo para el proyecto PICT-2014-1154, financiado por el Foncyt.
 * Resumen: Desde hace varios años la cuestión del cuidado viene ocupando un espacio de atención en la agenda de discusión de políticas públicas. La academia y organizaciones de la sociedad civil aportaron aspectos conceptuales y empíricos que permitieron advertir la centralidad del problema de la organización social del cuidado como vector de reproducción de desigualdad y contribuir a un debate informado sobre las maneras de enfrentarlo. El presente artículo pretende actualizar esta contribución mediante: i) la sistematización de los aportes conceptuales fundamentales para entender la cuestión como problema social; ii) la actualización de la evidencia existente para dar cuenta de la forma que adopta la organización social del cuidado de la población dependiente y la caracterización de las brechas de atención; y iii) la reflexión sobre las continuidades y rupturas de la atención de estos grupos poblaciones desde la política pública. El trabajo se enfoca en la cuestión del cuidado de la población dependiente en tres grupos poblacionales: i) los niños y niñas en la primera infancia; ii) las personas adultas mayores en situación de dependencia severa; iii) las personas con discapacidad con necesidad de cuidados directos. A partir de la escasa y dispersa información disponible, el artículo concluye que la oferta de servicios públicos de cuidado directo para niños y niñas, personas mayores y con discapacidad es insuficiente, segmentada y dispersa. Los déficits son menores pero notorios para la primera infancia, y muy sustantivos para las personas mayores y con discapacidad.
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 * POLÍTICA INTEGRAL DE CUIDADOS-EXPLORAR
 * https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/mesa-interministerial-de-politicas-de-cuidado3.pdf
 * 2020. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/mesa-interministerial-de-politicas-de-cuidado3.pdf
 * La problemática social de los cuidados, en el marco de la agenda pública e institucional, presenta una complejidad particular dada la multiplicidad de aspectos que la conforman que precisa de una mirada sistémica e integral para un abordaje multidimensional superador.
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 * EL DERECHO AL CUIDADO- NUEVOS ESCENARIOS
 * http://www.derechoshumanos.unlp.edu.ar/assets/files/documentos/inaugurando-un-nuevo-escenario-el-derecho-al-cuidado-de-las-personas-adultas-mayores.pdf- M
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 * “Ciudades que cuidan”
 * LIBRO BLANCO DE CIUDADES QUE CUIDAN
 * https://recs.es/wp-content/uploads/2021/12/211124_Libro-Blanco_Ciudades-que-Cuidan_v2.pdf
 * “Hacia una sociedad cuidadora”
 * El Foro de debate: “Hacia una sociedad cuidadora”,
promovido y desplegado por la Fundación Mémora,
se inscribe en el proyecto de promoción y desarrollo
del modelo de Ciudades que Cuidan que lidera la
fundación. 2021
Contamos, como punto de partida, con la reflexión
inicial efectuada por la profesora Victoria Camps,
que nos da pistas claras del papel del cuidado en
la sociedad del presente y del futuro. La reflexión
y el posterior debate que han efectuado los
profesionales, que han participado en este foro
desde sus respectivas áreas de conocimiento, da
soporte a la idea sobre la que se desarrolla esta
reflexión, que se expresa en la puesta en valor
del cuidado como elemento que debe vertebrar la
sociedad y todas las políticas que se desarrollan,
especialmente en un municipio, políticas centradas
en dar un amplio soporte a las necesidades de sus
ciudadanos.
Cada grupo de reflexión nos ofrece su punto de
vista, aunque una lectura en profundidad muestra
una ligazón importante entre todas y cada una de
las reflexiones, comentarios y decálogos que se
han publicado en este Libro Blanco de Ciudades
que Cuidan donde se muestran los caminos y los
temas que una ciudad debe de considerar para
poder situarse en la senda de ser una Ciudad que
Cuida.
A modo de conclusión seleccionamos para cada
grupo una primera reflexión. Desde la óptica
del grupo de Ética es importante y trascendente
potenciar el autocuidado, debiéndose visibilizar el
cuidado como algo transversal, más allá del rol
de la mujer o femenino que hasta ahora ha tenido.
Todos podemos y debemos asumir un papel en el
cuidado. El grupo Soledad aporta la importancia
de construir la arquitectura comunitaria que
fomente las redes de cuidado y de apoyo mutuo y,
se considera de gran relevancia, desde el grupo
de Educación la incorporación de la educación
para el cuidado en el currículum escolar. A su
vez, el grupo Cultura destaca el compromiso de la
cultura con los retos sociales, la cultura entendida
como herramienta para hacer realidad el deseo
de cambio, avanzando y dando respuesta a las
necesidades sociales, movilizando y llamando a
la acción, generando impacto social y emocional.
El grupo Envejecimiento subraya la necesidad
de promover un nuevo acuerdo intergeneracional
para abordar y diseñar los nuevos retos de la nueva
sociedad. Tenemos tiempo, tenemos experiencia y
tenemos recursos suficientes para poderlo hacer.
Si agrupamos la reflexión de los grupos más
vinculados al mundo de lo sanitario y social,
destacamos del grupo de Salud Pública la
aportación, de que la salud de uno depende del
cariño y el cuidado del otro. Como síntesis, cuídate
de ti mismo lo necesario para vivir plenamente y
del vecindario como de ti mismo. Del grupo Modelo
Sanitario se recalca la importancia de potenciar
el desarrollo de redes de ayuda y de lucha contra
factores que son determinantes de la salud como
son la pobreza o la soledad no deseada. Por su
parte el grupo Médicos define cuidar como un
verbo poliédrico que nos interpela a todos, la
calidad y la ética de los cuidados nos define como
profesionales, también a los médicos y como
sociedad en general, y este debe ser el auténtico
parámetro llamado estado de bienestar. A su vez
del grupo Enfermería extraemos la idea de que
el cuidado no se puede entender sin una relación
interpersonal, de forma que tan importante como
un tratamiento farmacológico es saber acompañar,
saber escuchar y es facilitar el contacto. Desde la
visión del grupo Psicología y Antropología hay que
reforzar las estructuras de acogida, de compasión
y el cuidado, creando lo que se ha llamado una
cultura del encuentro. Para ser ciudadanos
compasivos, hay que proponérselo. Por último,
el grupo Farmacéuticos aporta la necesidad de
establecer un sistema de comunicación entre
todos los agentes del sistema de salud y social
que permita compartir información a tiempo real
en aquellos casos donde atender y cuidar sea
importante para el paciente. Los grupos coinciden en la necesidad de coordinar
el mundo de lo sanitario con el mundo de lo social,
en ese sentido el grupo Social enfatiza, desde
la óptica de la innovación social, la necesidad
de reforzar los servicios sociales como cuarto
pilar del estado de bienestar y su liderazgo en
la coordinación de los planes municipales de la
soledad no deseada. Ya que uno de sus objetivos
básicos es mejorar la convivencia y la cohesión
social. El grupo Voluntariado apuesta por un nuevo
poder más orientado a la atención de las personas
como centro de vida de las ciudades. Un poder donde
prevalgan los valores atribuidos a lo femenino y que
deben ser compartidos por hombres y mujeres en
un nuevo modelo igualitario con más capacidad de
transformar la convivencia, la cohesión y disminuir
las desigualdades. De los grupos más vinculados a la arquitectura de
las ciudades, de la legislación y de las políticas,
destacamos del grupo Urbanismo y Hábitat la
idea de que una nueva ciudad ha de ser abierta,
inclusiva y adaptable, estar pensada a la medida
de las personas, tanto para los espacios públicos
como para la movilidad y los servicios urbanos.
El grupo Ecología y Medio Ambiente aporta la
urgencia de cambiar las reglas del juego en donde
las personas y las leyes de la naturaleza deben
estar en el centro de las políticas de la ciudad. Por
otro lado, el grupo Política Municipal nos dice que
la ciudad que cuida es la ciudad de los vecinos. Es
una gran alianza múltiple, es sensibilizar para la
detección precoz. El cuidado no debe ser solo una
actitud vital, sino que debe ser una decisión política.
Desde su vertiente, el grupo Legislación defiende
la ley Integral de derechos de los mayores. Con la
incorporación de la figura de un fiscal específico
que proteja y defienda los derechos y persiga los
abusos.El grupo Economía nos propone la gestión
colaborativa, apuntando la necesidad de que
debemos insistir en la idea de que hay espacio para
una colaboración entre lo público, lo comunitario
y lo privado. Se complementa con el grupo TICs
que destaca la importancia de la gobernabilidad de las tecnologías de la información, resaltando
que la tecnología contribuye a mejorar la calidad
de la vida en casa. A su vez el grupo Investigación
defiende que hay que desarrollar un aprendizaje
realizado en codiseño y cocreación de servicios que
se complementa con el grupo Comunicación que
defiende reducir el edadismo y garantizar la voz de
los mayores en los medios de comunicación.
Para finalizar el grupo Feminismo en su reflexión
refiere que ha hecho falta mucho tiempo para
otorgar a la palabra “cuidados” valor como concepto
político en las teorías sobre justicia social. Desde
la Administración y los propios servicios públicos,
sea sanidad, educación o servicios sociales, la
profesionalidad se ha construido desde la lógica
de los saberes técnicos, de la eficiencia y la
racionalidad, más que desde lógicas relacionales y
de apoyo mutuo. o. La economía feminista es hoy una
subdisciplina reconocida y consolidada dentro de
los estudios de Economía, que se ocupa en desvelar
las formas en las que la organización social del
cuidado no es solo injusto y poco eficiente, sino que
también es insostenible.
A modo de conclusión, en la sociedad actual más
envejecida con una población que muestra una
larga esperanza de vida, muy superior a la que
hasta hace poco se tenía, con nuevas necesidades
de servicios, donde predomina el anonimato de las
personas y donde es difícil de establecer relaciones
sociales, aparece la soledad no deseada de las
personas como un factor de gran repercusión y
preocupación. Es el momento de poner en valor el
cuidado de las personas, en un sentido amplio desde
el autocuidado hasta el cuidado de la comunidad,
de la propia ciudad y del medio ambiente y es el
momento de influir en las políticas a desarrollar
en los municipios.. La ciudad actúa como elemento
vertebrador de las acciones que en todos los
ámbitos repercuten en la vida de las personas
que la habitan. Es el momento de situar al cuidado
como el alma de una ciudad. Las aportaciones de
este Libro Blanco de Ciudades que Cuidan van en la
línea de avanzar en esa dirección.
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 * Todos somos únicos y diferentes respecto al resto de personas; Yo tengo Alzheimer. Esas características diferenciales nos definen e identifican y son nuestra guía para que me garanticen una atención personalizada, acorde a las necesidades que tengo.
 
 * La personalización de los cuidados en personas con Alzheimer y otras demencias requiere un enfoque compasivo, comprensivo e interdisciplinar en todas las esferas. Un enfoque comunitario y de proximidad. Deben tenerse en cuenta las necesidades individuales y los cambios que atravesará a través del tiempo cada persona.
 * https://www.grupo5.net/personalizacion-de-los-cuidados-yo-tengo-alzheimer/


  • CAMBIO EN EL PARADIGMA DEL CUIDADO
  • El paradigma es el modelo aceptado por la comunidad científica y lo que se enseña. Cambia el paradigma cuando nuevos datos surgen de las investigaciones, cuestionan la verdad vigente, son rechazados, pero consiguen una revolución. Los defensores del paradigma anterior se convierten o se van muriendo” Thomas Kuhn



  • FRENTE A UN CAMBIO DE PARADIGMA LAS POTENCIALIDADES DE LA PERSONA MAYOR
  • INSTITUTO CIENCIAS DE LA FAMILIA
  • https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/2022/06/cuidar_en_igualdad_-_sistema_integral_de_politicas_de_cuidados_de_argentina.pdf

  • Proyecto de Ley- Hacia el reconocimiento de los cuidados como una necesidad, un trabajo y un derecho para un desarrollo con igualdad para todas, todes y todos
  • “Cuidar en Igualdad” para la creación del Sistema Integral de Políticas de Cuidados de Argentina (SINCA)
  • Cuidar en Igualdad: se envió al Congreso de la Nación el proyecto de ley para la creación del Sistema Integral de Políticas de Cuidados de Argentina- publicado lunes 02 de mayo de 2022
  • El Poder Ejecutivo envió al Congreso de la Nación el proyecto de ley Cuidar en Igualdad. El texto, que fue elaborado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación junto al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, establece la creación del Sistema Integral de Cuidados de Argentina con perspectiva de género (SINCA) y la modificación del régimen de licencias en los sectores público y privado ampliando los derechos de lxs trabajadorxs gestantes, no gestantes y adoptantes que se desempeñen en relación de dependencia o sean monotributistas, monotributistas sociales o autónomos/as.
  • https://www.argentina.gob.ar/noticias/cuidar-en-igualdad-se-envio-al-congreso-de-la-nacion-el-proyecto-de-ley-para-la-creacion

  • Se denomina “trabajo de cuidado” a todas las actividades que cada persona realiza a diario para asegurar su propia subsistencia y la de los demás, como, por ejemplo: cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras o estar al cuidado de niñxs, personas mayores o personas con discapacidad que requieran apoyos de algún tipo. Son tareas relacionadas con la reproducción, el bienestar y el sostenimiento de la vida, porque todas las personas fuimos, somos y seremos cuidadas en algún momento de nuestra vida.
  • En Argentina, según el módulo de uso del tiempo que se incorporó en 2013 a la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU), el tiempo social promedio dedicado al trabajo de cuidado no remunerado es muy desigual. Las mujeres pasan 5,7 horas por día haciendo trabajo de cuidado no remunerado mientras que los varones dedican en promedio solo 2 horas diarias (INDEC, 2014). En la pandemia, de acuerdo con el Estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires realizado por INDEC, la carga de cuidado aumentó y fue absorbida sobre todo por las mujeres (65% de los casos). Esa feminización del trabajo gratuito de cuidado no solo impacta en la vida económica de las mujeres, lo que explica gran parte de la “inactividad”, el desempleo y la informalidad en Argentina, sino que también produce pobreza y desigualdad en las familias. Los resultados preliminares de la Encuesta de Uso del Tiempo 2021 presentados el pasado jueves reproducen esa misma realidad, esto es, una mayor dedicación de las mujeres respecto de los varones a las responsabilidades de cuidado.


la ley caba 4892 – economía del cuidado http://www2.cedom.gob.ar/es/legislacion/normas/leyes/ley4892.html#:~:text=Ley%204892%20%2D%20Econom%C3%ADa%20del%20Cuidado%20%2D%20Impulso%20de%20Acciones%20%2D%20Objeto&text=Art%C3%ADculo%201%C2%B0.,la%20poblaci%C3%B3n%20sobre%20sus%20alcances.

Las diferencias en el uso del tiempo, que están en la base del concepto de “economía del cuidado”, “dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades”, afirma el Estudio, que basó su desarrollo en los resultados de evaluaciones piloto previas, como un cuestionario de actividades realizado en 2015 y un “diario de actividades” de 2005. La puesta en marcha de mediciones de trabajo no remunerado se desarrolla en la región desde 1995, a instancias de la Plataforma de Acción de Beijing, “que reconoce la utilidad social y el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que se realiza al interior de los hogares”.

El informe recuerda que las “brechas de género en el uso del tiempo dan cuenta de la persistencia y reproducción de desigualdades”, y que esas diferencias son las que terminan teniendo impacto sobre el acceso de las mujeres a los recursos monetarios y, por lo tanto, sobre su propia autonomía. Sobre eso, señala la Dirección de Estadísticas y Censos porteña, el Estado tiene una responsabilidad nada menor. “En contextos de débil, insuficiente o inadecuada provisión de servicios públicos de cuidado, la organización del cuidado en los hogares depende principalmente del trabajo de cuidado n remunerado provisto por sus propios miembros, y de la posibilidad que tengan de adquirir servicios de cuidado en el mercado”, advierte el texto. Mientras que los hogares con más recursos “tendrán más posibilidades de comprar cuidado y con ello liberar tiempo propio (principalmente de las mujeres)”, los hogares más pobres “que habitualmente tienen además mayores cargas de cuidado, tienen más limitaciones para comprar cuidado, y con ello liberar tiempo, y por tanto no pueden generar ingresos, lo que les impide comprar cuidado, y de esa forma se reproduce la dinámica que los mantiene en esa situación”.


  • A fondo- Claves de la humanización para acompañar a las personas mayores - Noviembre, 2018
  • Un artículo de Patricia Calleja Ruiz- Técnica en cuidados auxiliares de enfermería especializada en acompañamiento social y cuidado de personas mayores- https://www.geriatricarea.com/2018/11/27/claves-de-la-humanizacion-para-acompanar-a-las-personas-mayores/

  • La acción de humanizar- Para empezar, “humanizar” es querer y ayudar a otra persona a caminar en el sentido de su propia vida. También es la acción de hacerse humano, familiar y afable con las personas que necesitan una relación social y calidez humana, cómo es el caso del grupo de personas mayores que necesitan un acompañamiento social en domicilio o residencia


  • LAS TRES R DEL CUIDADO-RECONOCER, REDUCIR, REDISTRIBUIR. «Sociedad de los Cuidados» y de la Agenda 2030, de la falta de reconocimiento del cuidado y de sus costos, repartidos de manera desigual entre hombres y mujeres. «Un enfoque transformador sobre el cuidado significa modificar radicalmente la prestación de cuidados a través de las tres R: reconocer, reducir y redistribuir el cuidado
  • https://unaf.org/nuevos-paradigmas-en-el-abordaje-del-envejecimiento-en-familia/


  • ANTROPOLOGÍA DE LOS CUIDADOS EN EL ANCIANO: evolución de los valores sociales sobre la vejez a través de la historia
  • Manuel Lillo Crespo
  • Diplomado Universitario en Enfermería, ATS/DUE Servcio de Urgencias Clínica Vistahermosa, Alicante. Licenciado en Ciencias de la Salud: Enfermería.Licenciado en Antropología Social y Cultural. Asociación Cultura de los Cuidados, Universidad de Alicante.


  • Rodríguez Enríquez, Corina; Paredes, Rosa; Ungo, Norhala 2017 Cuaderno de Desarrollo Humano-El bienestar cuidado: Una responsabilidad que debe ser compartida. Panama.PNUD
  • https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/migration/pa/undp-pa-el-bienestar-cuidado.pdf

  • (Comentario texto: El objetivo de esta publicación es iniciar juntos una reflexión central en Panamá, sobre la importancia de los temas de cuidado, tanto para el presente como para el futuro de nuestros países, que se encuentran en plena transición demográfica y que, si bien han alcanzado niveles altos de desarrollo humano, presentan el desafío de lograr que todas sus comunidades y grupos humanos se beneficien del desarrollo y amplíen sus capacidades para mejorar sus condiciones de vida.

Por lo tanto, este estudio busca resaltar la importancia de una política de cuidado para potenciar el desarrollo humano de todas las personas y favorecer la igualdad de género, incrementando las oportunidades de desarrollo de las mujeres al distribuir de manera equitativa, a nivel familiar y entre todos los sectores, la tarea del cuidado.)

  • La noción de cuidado refiere a las actividades indispensables para la reproducción cotidiana de la vida

de las personas, brindando los elementos físicos y simbólicos que les permiten vivir en sociedad. Constituye, por tanto, una función social indispensable para garantizar el bienestar. Incluye el autocuidado, el cuidado directo de otras personas (la actividad interpersonal de cuidado), la provisión de las precondiciones en que se realiza el cuidado (la limpieza de la casa, la compra y preparación de alimentos) y la gestión del cuidado (coordinar horarios, realizar traslados a centros educativos y a otras instituciones, supervisar el trabajo de la cuidadora remunerada, entre otros). El cuidado permite atender las necesidades de las personas dependientes, por su edad o por sus condiciones/capacidades (niños y niñas, personas mayores, enfermas o con discapacidades) y también de las personas que podrían auto-proveerse dicho cuidado (Rodríguez Enríquez, 2005; Esquivel, 2011; ELA, 2012; Pautassi y Zibecchi, 2013). Para dar cuenta de cómo se provee este cuidado cotidiano, se puede utilizar el concepto de Organización Social del Cuidado (OSC), que refiere a la manera en que inter-relacionadamente las familias, el Estado, el mercado y las organizaciones comunitarias, producen y distribuyen cuidado.


impide a los jóvenes una efectiva participación en la sociedad y enfatizar la necesidad de contar con políticas públicas que apoyen esa función.

  • Resumen ejecutivo

En Argentina, una de cada seis mujeres tiene su primer hijo antes de los 19 años. La maternidad adolescente se da mayormente en contextos de desigualdad: 7 de cada 10 madres jóvenes pertenecen a hogares de bajos ingresos. Las responsabilidades de cuidado afectan no solo a las madres, sino a un conjunto importante de jóvenes. Casi 4 de cada 10 jóvenes en el país tiene responsabilidades de cuidado, sobre todo de niños. Sin embargo, este dato oculta una gran diferencia de género: la proporción de mujeres que realiza esta importante función social duplica la de los varones. El 30% de jóvenes manifestó haber tenido que abandonar sus estudios o su trabajo debido a las responsabilidades de cuidado. Nuevamente este dato afecta mayormente a las jóvenes mujeres. Las mayores dificultades que enfrentan las mujeres jóvenes para continuar sus estudios o trabajar tiene consecuencias críticas para su autonomía, su empoderamiento y la construcción de su ciudadanía. Los lazos que genera la inclusión en las dos instituciones sociales clave (escuela y trabajo) son fundamentales para el desarrollo de las personas. Las trayectorias escolares interrumpidas confina a las jóvenes al ámbito doméstico, afectando su autonomía y posibilidad de desarrollar un capital social y cultural necesario para su desarrollo personal. Del universo de jóvenes que no estudian ni trabajan pero cuidan, el 95% está representado por mujeres. Lejos de tratarse de una población que “no hace nada” y que es conceptualizada a través de la visión peyorativa y estereotipada del término “Ni-Ni”, una parte importante de estas jóvenes realizan, de forma no remunerada, tareas de cuidado esenciales para el sostenimiento y la reproducción de la sociedad.


  • DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE CUIDADO
  • ¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidado?
  • La noción de cuidado es multidimensional, lo que hace que pueda ser analizado desde múltiples aristas y, a su vez, es un concepto en construcción y disputa.
  • Entendemos al cuidado como las “actividades que se realizan y las relaciones que se entablan para satisfacer las necesidades materiales y emocionales de niños y adultos dependientes” (Daly y Lewis citado en Esquivel, 2012).
  • Las actividades que esta definición comprende son realmente amplias. Sin embargo, todas tienen en común que, quienes principalmente las llevan adelante, son mujeres.
  • De esta manera, enfatizamos la mirada desde una perspectiva feminista, donde el cuidado es una actividad principalmente femenina, por ende, feminizada, y comprendida socialmente como una actividad que es responsabilidad de las mujeres6
  • En este sentido, hay aquí una manera primaria de significar las relaciones de poder, como plantea Scott (1996) en su aporte sobre el género como categoría para analizar las relaciones sociales.




  • https://ojs.aset.org.ar/revista/article/view/53/101

  • Organización social del cuidado en la Argentina. Brechas persistentes e impacto de las recientes reformas económicas 25/10/2019
  • Corina Rodríguez Enríquez2, Gabriela Marzonetto3 y Virginia Alonso4
  • Este artículo es resultado del proceso de investigación llevado a cabo para el proyecto PICT-2014-1154, financiado por el Foncyt.
  • Resumen: Desde hace varios años la cuestión del cuidado viene ocupando un espacio de atención en la agenda de discusión de políticas públicas. La academia y organizaciones de la sociedad civil aportaron aspectos conceptuales y empíricos que permitieron advertir la centralidad del problema de la organización social del cuidado como vector de reproducción de desigualdad y contribuir a un debate informado sobre las maneras de enfrentarlo. El presente artículo pretende actualizar esta contribución mediante: i) la sistematización de los aportes conceptuales fundamentales para entender la cuestión como problema social; ii) la actualización de la evidencia existente para dar cuenta de la forma que adopta la organización social del cuidado de la población dependiente y la caracterización de las brechas de atención; y iii) la reflexión sobre las continuidades y rupturas de la atención de estos grupos poblaciones desde la política pública. El trabajo se enfoca en la cuestión del cuidado de la población dependiente en tres grupos poblacionales: i) los niños y niñas en la primera infancia; ii) las personas adultas mayores en situación de dependencia severa; iii) las personas con discapacidad con necesidad de cuidados directos. A partir de la escasa y dispersa información disponible, el artículo concluye que la oferta de servicios públicos de cuidado directo para niños y niñas, personas mayores y con discapacidad es insuficiente, segmentada y dispersa. Los déficits son menores pero notorios para la primera infancia, y muy sustantivos para las personas mayores y con discapacidad.




promovido y desplegado por la Fundación Mémora, se inscribe en el proyecto de promoción y desarrollo del modelo de Ciudades que Cuidan que lidera la fundación. 2021 Contamos, como punto de partida, con la reflexión inicial efectuada por la profesora Victoria Camps, que nos da pistas claras del papel del cuidado en la sociedad del presente y del futuro. La reflexión y el posterior debate que han efectuado los profesionales, que han participado en este foro desde sus respectivas áreas de conocimiento, da soporte a la idea sobre la que se desarrolla esta reflexión, que se expresa en la puesta en valor del cuidado como elemento que debe vertebrar la sociedad y todas las políticas que se desarrollan, especialmente en un municipio, políticas centradas en dar un amplio soporte a las necesidades de sus ciudadanos. Cada grupo de reflexión nos ofrece su punto de vista, aunque una lectura en profundidad muestra una ligazón importante entre todas y cada una de las reflexiones, comentarios y decálogos que se han publicado en este Libro Blanco de Ciudades que Cuidan donde se muestran los caminos y los temas que una ciudad debe de considerar para poder situarse en la senda de ser una Ciudad que Cuida. A modo de conclusión seleccionamos para cada grupo una primera reflexión. Desde la óptica del grupo de Ética es importante y trascendente potenciar el autocuidado, debiéndose visibilizar el cuidado como algo transversal, más allá del rol de la mujer o femenino que hasta ahora ha tenido. Todos podemos y debemos asumir un papel en el cuidado. El grupo Soledad aporta la importancia de construir la arquitectura comunitaria que fomente las redes de cuidado y de apoyo mutuo y, se considera de gran relevancia, desde el grupo de Educación la incorporación de la educación para el cuidado en el currículum escolar. A su vez, el grupo Cultura destaca el compromiso de la cultura con los retos sociales, la cultura entendida como herramienta para hacer realidad el deseo de cambio, avanzando y dando respuesta a las necesidades sociales, movilizando y llamando a la acción, generando impacto social y emocional. El grupo Envejecimiento subraya la necesidad de promover un nuevo acuerdo intergeneracional para abordar y diseñar los nuevos retos de la nueva sociedad. Tenemos tiempo, tenemos experiencia y tenemos recursos suficientes para poderlo hacer. Si agrupamos la reflexión de los grupos más vinculados al mundo de lo sanitario y social, destacamos del grupo de Salud Pública la aportación, de que la salud de uno depende del cariño y el cuidado del otro. Como síntesis, cuídate de ti mismo lo necesario para vivir plenamente y del vecindario como de ti mismo. Del grupo Modelo Sanitario se recalca la importancia de potenciar el desarrollo de redes de ayuda y de lucha contra factores que son determinantes de la salud como son la pobreza o la soledad no deseada. Por su parte el grupo Médicos define cuidar como un verbo poliédrico que nos interpela a todos, la calidad y la ética de los cuidados nos define como profesionales, también a los médicos y como sociedad en general, y este debe ser el auténtico parámetro llamado estado de bienestar. A su vez del grupo Enfermería extraemos la idea de que el cuidado no se puede entender sin una relación interpersonal, de forma que tan importante como un tratamiento farmacológico es saber acompañar, saber escuchar y es facilitar el contacto. Desde la visión del grupo Psicología y Antropología hay que reforzar las estructuras de acogida, de compasión y el cuidado, creando lo que se ha llamado una cultura del encuentro. Para ser ciudadanos compasivos, hay que proponérselo. Por último, el grupo Farmacéuticos aporta la necesidad de establecer un sistema de comunicación entre todos los agentes del sistema de salud y social que permita compartir información a tiempo real en aquellos casos donde atender y cuidar sea importante para el paciente. Los grupos coinciden en la necesidad de coordinar el mundo de lo sanitario con el mundo de lo social, en ese sentido el grupo Social enfatiza, desde la óptica de la innovación social, la necesidad de reforzar los servicios sociales como cuarto pilar del estado de bienestar y su liderazgo en la coordinación de los planes municipales de la soledad no deseada. Ya que uno de sus objetivos básicos es mejorar la convivencia y la cohesión social. El grupo Voluntariado apuesta por un nuevo poder más orientado a la atención de las personas como centro de vida de las ciudades. Un poder donde prevalgan los valores atribuidos a lo femenino y que deben ser compartidos por hombres y mujeres en un nuevo modelo igualitario con más capacidad de transformar la convivencia, la cohesión y disminuir las desigualdades. De los grupos más vinculados a la arquitectura de las ciudades, de la legislación y de las políticas, destacamos del grupo Urbanismo y Hábitat la idea de que una nueva ciudad ha de ser abierta, inclusiva y adaptable, estar pensada a la medida de las personas, tanto para los espacios públicos como para la movilidad y los servicios urbanos. El grupo Ecología y Medio Ambiente aporta la urgencia de cambiar las reglas del juego en donde las personas y las leyes de la naturaleza deben estar en el centro de las políticas de la ciudad. Por otro lado, el grupo Política Municipal nos dice que la ciudad que cuida es la ciudad de los vecinos. Es una gran alianza múltiple, es sensibilizar para la detección precoz. El cuidado no debe ser solo una actitud vital, sino que debe ser una decisión política. Desde su vertiente, el grupo Legislación defiende la ley Integral de derechos de los mayores. Con la incorporación de la figura de un fiscal específico que proteja y defienda los derechos y persiga los abusos.El grupo Economía nos propone la gestión colaborativa, apuntando la necesidad de que debemos insistir en la idea de que hay espacio para una colaboración entre lo público, lo comunitario y lo privado. Se complementa con el grupo TICs que destaca la importancia de la gobernabilidad de las tecnologías de la información, resaltando que la tecnología contribuye a mejorar la calidad de la vida en casa. A su vez el grupo Investigación defiende que hay que desarrollar un aprendizaje realizado en codiseño y cocreación de servicios que se complementa con el grupo Comunicación que defiende reducir el edadismo y garantizar la voz de los mayores en los medios de comunicación. Para finalizar el grupo Feminismo en su reflexión refiere que ha hecho falta mucho tiempo para otorgar a la palabra “cuidados” valor como concepto político en las teorías sobre justicia social. Desde la Administración y los propios servicios públicos, sea sanidad, educación o servicios sociales, la profesionalidad se ha construido desde la lógica de los saberes técnicos, de la eficiencia y la racionalidad, más que desde lógicas relacionales y de apoyo mutuo. o. La economía feminista es hoy una subdisciplina reconocida y consolidada dentro de los estudios de Economía, que se ocupa en desvelar las formas en las que la organización social del cuidado no es solo injusto y poco eficiente, sino que también es insostenible. A modo de conclusión, en la sociedad actual más envejecida con una población que muestra una larga esperanza de vida, muy superior a la que hasta hace poco se tenía, con nuevas necesidades de servicios, donde predomina el anonimato de las personas y donde es difícil de establecer relaciones sociales, aparece la soledad no deseada de las personas como un factor de gran repercusión y preocupación. Es el momento de poner en valor el cuidado de las personas, en un sentido amplio desde el autocuidado hasta el cuidado de la comunidad, de la propia ciudad y del medio ambiente y es el momento de influir en las políticas a desarrollar en los municipios.. La ciudad actúa como elemento vertebrador de las acciones que en todos los ámbitos repercuten en la vida de las personas que la habitan. Es el momento de situar al cuidado como el alma de una ciudad. Las aportaciones de este Libro Blanco de Ciudades que Cuidan van en la línea de avanzar en esa dirección.


  • Todos somos únicos y diferentes respecto al resto de personas; Yo tengo Alzheimer. Esas características diferenciales nos definen e identifican y son nuestra guía para que me garanticen una atención personalizada, acorde a las necesidades que tengo.
  • La personalización de los cuidados en personas con Alzheimer y otras demencias requiere un enfoque compasivo, comprensivo e interdisciplinar en todas las esferas. Un enfoque comunitario y de proximidad. Deben tenerse en cuenta las necesidades individuales y los cambios que atravesará a través del tiempo cada persona.
  • https://www.grupo5.net/personalizacion-de-los-cuidados-yo-tengo-alzheimer/


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MercedesJones

EnciclopediaRelacionalDinamica: SociologiaDelCuidado (última edición 2024-09-19 09:59:02 efectuada por MercedesJones)