Escribe acerca de ThorsteinVeblen aquí.
- Consumo ostentoso
https://repositorio.up.edu.pe/bitstream/handle/11354/1878/Luis_Tesis_maestria_2017.pdf
- La sociología de la moda y la importancia de la apariencia como símbolo de status según Thorstein Veblen
- Sociedad
- El dispendio como indicador de estatus
- El principal propósito de las llamadas ideologías de lujo es poner de manifiesto la clase social y la educación de quienes las profesan
https://www.nuevarevista.net/la-teoria-de-la-clase-ociosa-de-thorstein-veblen-actualizada/
- Rob Henderson 13 de marzo de 2024
- Rob Henderson. Doctorando en la Universidad de Cambridge. Graduado en Psicología por la Universidad de Yale y veterano de las Fuerzas Aéreas estadounidenses.
- Avance
La actual clase acomodada ha convertido la ideología en su seña de identidad de estatus social. Ahora los productos de lujo están al alcance de casi todos y los adinerados necesitan singularizarse del resto de la escala social; además no son los oprimidos los más interesados en obtener posición y riqueza, sino las élites, como explicaba Durkheim: «cuanto más tienes, más quieres». Esta clase de la ideología de lujo es el último eslabón evolutivo de aquella otra que el sociólogo Thorstein Veblen analizó a finales del siglo XIX en La teoría de la clase ociosa. Se pone de manifiesto en casos como el de los alumnos de Yale y Harvard al gastarse 900 dólares en chaquetones de marca. Esa actitud termina filtrándose por todas las capas sociales, ya que la gente corriente trata de emular a las clases altas; lo cual genera, en ocasiones, problemas sociales. Por ejemplo, los adinerados parten con ventaja al abanderar el poliamor, como expresión de libertad sexual, ya que si esa relación no funciona pueden recuperarse gracias a su capacidad financiera, a diferencia de los menos afortunados que tienen que sufrir por haber adoptado las ideologías de las clases altas. Y una vez que una moda de vestir, de ocio o moral se vuelve demodé, las clases altas renuevan su fondo de armario ético. De forma que Veblen sigue más vigente que nunca.
- Hace cuatro años me quedé perplejo cuando, en el transcurso de mis estudios en Yale, descubrí la existencia de una nueva clase social: la clase de la ideología de lujo. Mi confusión no resulta en absoluto sorprendente si se tienen en cuenta mis peculiares antecedentes. Cuando yo tenía dos años, mi padre nos abandonó a mi madre drogadicta y a mí. Crecí entre numerosas casas de acogida, después pasé por una sucesión de hogares rotos, y luego, por varias tragedias familiares. Más tarde, tras algunos años en el ejército, las ayudas gubernamentales para soldados veteranos me permitieron ir a Yale. Fue al llegar al campus cuando observé que las ideologías de lujo se habían convertido en un símbolo de estatus social, en un complemento de moda.