"La mejor manera de predecir el futuro, es construirlo."
En un plano acotado, sin pretender tener soluciones ni formulas infalibles, desde 1999 el Foro, con este "Programa para el mejoramiento del Gobierno y la Participación en las decisiones institucionales de las entidades del Tercer Sector", está edificando un espacio de confluencia y sinergia para aquellas organizaciones que comienzan a elegir romper con algunos de nuestros grandes mandatos culturales. Queremos resaltar unos pocos, el primero es el modelo individualista que afirma que es mejor trabajar solos, cada persona, cada organización centrada en sí misma en su tarea específica sin mirar a las demás, ni siquiera a la propia comunidad o al beneficiario.
Por otro parte, junto con el modelo individualista, es aceptado que como se trabaja por el bien común, muchas veces de manera voluntaria, no es necesario ser eficiente.
Otro mandato afirma que el mejor modelo de gestión es el piramidal, el más ordenado, con poca participación, lo que en general, está unido a un limitado interés en el cambio y la transformación. Este poder concentrado en la cúspide y en pocas manos tiende a generar un liderazgo discrecional, autocrático y de escasa transparencia institucional.
Este triple mandato se articula recientemente con una fina trama de suposiciones que estarían enviando señales erróneas a la sociedad civil como aquellas que afirman que tiene que "suplantar" al estado. La sociedad civil es un actor social que para cumplir con su misión transformadora necesita de ambos interlocutores, un estado al servicio de la gente y un mercado responsable. Necesita además, una estrategia de cooperación integral entre todos y de participación comprometida en un proceso de transformación cultural y ética.
El programa de fortalecimiento de la sociedad civil iniciado por el Foro con el apoyo de Avina brinda la posibilidad y el desafío de llegar con propuestas que se relacionan con estos valores de transformación - participación, responsabilidad de incidir en lo público, eficacia, transparencia, legitimidad, democracia, cooperación, equidad-, y se concretan en actividades medibles y observables. El programa invita al cambio, a partir de la demostración de que existen otras alternativas que podemos y debemos construir juntos.
El Programa “Comisiones Directivas efectivas para Organizaciones eficaces” tenía el objetivo de lograr un estado de opinión sobre la necesidad de un cambio significativo en las organizaciones de la sociedad civil, para lo cual se planificó un programa de 18 meses , que buscó mayor eficacia integral en el funcionamiento de nuestras entidades solidarias.
Ejecutado en fases sucesivas que incluyeron Jornadas de Sensibilización, Talleres y reuniones de Reflexión, con la presencia de especialistas nacionales y extranjeros, fue realizado en Buenos Aires y varias ciudades del interior del país . Este programa culmina actualmente con la redacción de un Manual para mejorar en forma integral el funcionamiento de los cuerpos directivos de las Organizaciones sin Fines de Lucro, y con las actividades preliminares de capacitación en el uso del mismo.
Dentro de los resultados obtenidos durante este proceso cabe destacar que transitaron por él más de 1200 personas y aunque todos sabemos que más no es igual a mejor, en este caso es una fuerte manifestación de interés en el tema. Fueron estas personas las que nos confirmaron que se logró ampliamente la sensibilización y toma de conciencia respecto de la necesidad de un cambio en los modelos de gobierno de las entidades voluntarias. Se sugirió que este cambio, no sólo busque y genere mayor eficacia en la gestión, sino prácticas más participativas y transparentes, fluida y genuina renovación de autoridades, es decir, transitar hacia una cultura más democrática.
Así también se comprobó que un alto porcentaje de las OSC que participaron en el programa, consideran que esta posibilidad de cambio, fortalecería al sector y se lograría efectivamente con mayores niveles de formación de sus dirigentes. Pero este fortalecimiento requerido, manifiestan las organizaciones, aunque sea obtenido no sería suficiente si no se las preparara además para incidir, dialogar y establecer puentes con las autoridades y decisores políticos. Especialmente en aquellas áreas de interés específico de las OSC.
Estaríamos hablando de un fortalecimiento de "segunda generación" donde las organizaciones que están construyendo una cultura democrática. adquieren durante su desarrollo: legitimidad, transparencia, representatividad y una estratégica presencia pública. Este segundo nivel las prepara y fortalece para ejercer influencia en los distintitos ámbitos de decisiones públicas que las afectan. Este entrenamiento en una incidencia dinámica y focalizada es mirado por muchos como una herramienta de construcción de la democracia participativa.
Consideramos que la posibilidad de incidir en los diferentes niveles de políticas públicas adquiere legitimidad y sustento a partir del propio cambio interno iniciado en las OSC tendiente a desarrollar una cultura más democrática. Esta transformación permite y requiere conjuntamente mayor efectividad en las CDs para representar los intereses de sus miembros, obliga a una mayor transparencia y demanda mejores estrategias de relación con los otros sectores.
Tendríamos, entonces, un proceso circular y recursivo donde una preparación de "nivel uno" focalizada en mejorar la eficacia de la gestión y la democracia participativa interna de las organizaciones, reforzaría al "nivel dos" más centrado en la gestión externa que, al aumentar las capacidades de incidencia en lo público de las entidades, colabora en la construcción de valores y modelos propios de una sociedad más democráticamente participativa, y viceversa.
Pensamos que se generaría, entonces, una espiral de lenta progresión hacia el aumento de la calidad de las organizaciones por la construcción de valores democráticos como base para el fortalecimiento del Sector Social y su sustentabilidad.
Nuevo Programa
Se propone un nuevo Programa, de 24 meses , que combina la necesidad de profundizar el fortalecimiento de los Consejos Directivos de las Organizaciones de la Sociedad Civil ya iniciado, junto con el desarrollo de nuevas capacidades que les permitan incidir en las políticas públicas. Por lo tanto, proponemos ampliar y expandir este proceso de fortalecimiento y transformación, explicitando los valores democráticos, de transparencia, participación, ética, como herramientas fundamentales de las instituciones de la sociedad civil requeridas actualmente. Esta dinámica será sustentada por la creación, difusión y entrega de un reconocimiento o premio anual entregado por el Foro del Sector Social, que destaque a las entidades que viven cotidianamente estos valores de una manera genuina y creativa.
Querríamos ser sumamente cuidadosos y mesurados tanto en la trasmisión del entusiasmo por los logros del programa que concluyó exitosamente. Como en el enorme compromiso que nos genera las potencialidades de transformación de una nueva propuesta.
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