Realizar todas las conexiones -con temas afines- que sean oportunas. Por ejemplo:
Ver artículo de Rofman (mi profesor de Economía en la UCA) Economia solidaria-Rofman-Pag12 3.2013 (1).pdf
Nicolás Gómez Núñez, «Reciprocidad y cooperación en las economías latinoamericanas», Polis [En línea], 45 | 2016, Publicado el 16 junio 2017, consultado el 15 diciembre 2021. URL: http://journals.openedition.org/polis/12057
Universidad Central de Chile, Santiago, Chile. Email: nicolas.gomez@ucentral.clEconomía Solidaria- https://journals.openedition.org/polis/12057
- En la economía solidaria hay cuatro ámbitos que ocupan las labores de producción de conocimiento, a saber: la gestión social de producción, la racionalidad socioambiental, el trabajo cooperativo y las prácticas de reciprocidad. Desde ellos se aprecian dos tendencias: las implementadas por los Estados, o tendencia “desde arriba”, donde destaca Argentina y Brasil desde 2003, y Bolivia desde 2005; y la que es impulsada por las organizaciones económicas, o tendencia “desde abajo”. En esta segunda tendencia se observa que hay un “sector tradicional” de cooperativas y mutuales en: Argentina, Brasil, Bolivia y México, incluyendo las formas “ancestrales” de producción, distribución y consumo de los ejidos y las comunidades indígenas. Y un sector de organizaciones de desocupados y las empresas recuperadas por sus trabajadores en Argentina y Brasil, los clubes de trueque, las nuevas organizaciones campesinas e indígenas de Brasil, Bolivia y México, y las empresas sociales y el comercio justo (Díaz, 2011:305-316). A partir de ahí, se visualizan los siguientes tipo ideales de organizaciones de economía solidaria: “emergente utópica radical”, “emergente utópica transicional” y “adaptativa dominante complementaria” (Díaz, 2015:127).
- La presentación del buen vivir mediante las interacciones elementales de los Aimara y Achuar, ha sido el prólogo del obrar colectivo de la economía solidaria, ese orden de aparición está orientado por la siguiente presunción, la economía popular y solidaria es posible gracias a que usa una buena parte de la matriz de sentido del Sumac kawsay, por lo cual, las personas que se han criado en su visión de mundo la conjugan con las informaciones y procedimientos que conocen en las plazas laborales asalariadas, incluso antes cuando asisten a la escuela y al mismo tiempo toman un terreno, ordeñan vacas, pedalean un triciclo y venden en el comercio ambulante.
- A continuación podemos agregar que la economía Sumac kawsay y la solidaria, muestran dos consecuencias. La primera, sus prácticas definen al trabajo como una actividad de coordinación de las capacidades colectivas de la comunidad efectiva, por lo cual, los involucrados co-construyen las experiencias y les es posible rememorarlas, al hacerlo forjan un pasado y una memoria compartida. Según Schütz, ese obrar fija el carácter irreversible del tiempo y así el “mundo social se experimenta fundamentalmente como histórico, en todos los grados lingüística y culturalmente […] entre el mundo de los hombres y el de la naturaleza” (Schütz, 2003:65). De este modo, tanto pasado como memoria son piezas claves cuando se debe explicar la devolución del contra-don y la posición de las comunidades en la jerarquía del prestigio del sistema ecológico.
- Esa inserción en el trabajo, por tanto, queda alojada como un hito que define la biografía de las personas porque los cursos de interpretación que resultan, explican las transformaciones de su identidad laboral: pueden expresarse “tal como son” al vincular sus emociones con las tareas productivas (Borges, Scholz y de Fatima, 2014:92), recuperan un sentido moral y simbólico elevado para sobrellevar la fase penosa del trabajo (Gomes, 2016:115) y, cuando es posible, salen de “la inercia de la cultura apatronada” (Luna, 2014:243).
- La segunda consecuencia se refiere a que el buen vivir y la economía solidaria, nos sugieren estudiar otros arreglos institucionales(Gasca, 2014:149; Caillé, 2003:19), los cuales se complementan con los abordados por el programa de investigación inspirado en la economía social, y esa convergencia sería factible ya que el objeto de estudio es concebido como una “pluralidad de principios[…] y de formas de propiedad” que dibujan a la economía como un “conjunto complejo” (Laville, 2009:94).
- Desde esta perspectiva, habitualmente llamada de institucionalismo o sustantivismo (Bird-David, 2004:106), se aprecia que las economías de mercado no se basan exclusivamente en el modelo de negocio con fines de lucro, sino que en una diversidad de modalidades de organización, las cuales no corresponden a “formes d’économie clandestine ou criminelle” (Caillé, 2003), y que son “refuerzos de los vínculos sociales” que reintegrarían la economía en la sociabilidad porque “se establecen nuevas relaciones entre las persona que comparten obligaciones” (Perret y Roustang, 2000:270).