APUNTES SOBRE CIUDADES

Entonces, que Eduardo explique que, para este encuentro, se eligió la metodología de casos de Harvard por ser muy útil porque los participantes pueden ser creativos en las propuestas que realicen y generar acuerdos para lograr un caso de éxito- Es decir que, frente a la PROBLEMÁTICA PLANTEADA a cada grupo busquen SOLUCIONES Y ALTERNATIVAS, busquen incorporar las nuevas miradas que vieron en el programa. AL FINAL DEL EJERCICIO Y COMO CIERRE que Eduardo haga referencia a que hay dos cosas que SIEMPRE están en juego Por un lado, el pensamiento sistémico y, por el otro, la vinculación. Por ejemplo, en nuestro caso, se trata de promover el marco del ecosistema silver en Argentina y en el tema de los vínculos aprender a convivir y gestionar la diversidad generacional. En esto no estamos solos, en los objetivos de desarrollo sostenible, el número 17 -habla sobre las alianzas públicas y privadas como el motor que impulsa los cambios.




October 14, 2025


Las ciudades existen para apoyar a sus habitantes, por lo que, a medida que se producen los cambios demográficos, es crucial que los planificadores respondan. El inminente desafío del rápido envejecimiento de la población —a menudo denominado «tsunami plateado»— también representa una oportunidad para replantearnos la planificación urbana. Si las personas mayores se mantienen activas, prolongan sus carreras profesionales, contribuyen a las economías locales y participan en la vida cívica, ¿qué ocurriría si las ciudades se diseñaran para apoyar esta transformación? ¿Qué significa esto para las ciudades?

Según el estudio City Pulse 2025 de Gensler, un análisis global de 33.000 personas en 65 ciudades, la población mundial sigue concentrándose en las zonas urbanas, con casi cinco mil millones de personas viviendo en entornos urbanos en la actualidad.

Sin embargo, este crecimiento no es uniforme. Algunas ciudades se expanden rápidamente, atrayendo a nuevos residentes. Otras se mantienen estables, conservando sus poblaciones actuales. También hay ciudades que experimentan una disminución de la población residente debido a la migración hacia otras zonas.

Una tendencia común a todas las situaciones es la disminución de las tasas de natalidad en las zonas urbanas, lo que dificulta que las ciudades se mantengan mediante el crecimiento natural de la población. El futuro del crecimiento urbano dependerá de la capacidad de atraer a nuevos residentes y, al mismo tiempo, construir comunidades resilientes y duraderas.

Las ciudades concentran personas, infraestructura y oportunidades, y serán las primeras y más intensas en sentir el impacto del envejecimiento de la población. Para prosperar en esta nueva era, las ciudades deben reinventarse no solo para dar cabida a los residentes mayores, sino también para empoderarlos como participantes activos en la vida cívica, cultural y económica.

Aquí hay cinco áreas en las que las ciudades deben actuar para garantizar que estén preparadas para el futuro:

Una ciudad plena es aquella donde sus residentes se sienten involucrados en la vida cultural, económica e intelectual en cada etapa de la vida. Las universidades y bibliotecas pueden ampliar las oportunidades de aprendizaje permanente, brindando a los adultos mayores la posibilidad de cultivar nuevos intereses o desarrollar nuevas habilidades.

La participación económica es igualmente importante. Las opciones de trabajo flexibles y a tiempo parcial permiten a los trabajadores mayores mantenerse activos en el mercado laboral, mientras que los programas de emprendimiento apoyan a los innovadores al final de su carrera. La mentoría intergeneracional y el intercambio de conocimientos fortalecen tanto los lugares de trabajo como las comunidades, asegurando que se compartan la experiencia y la sabiduría, a la vez que se acogen nuevas perspectivas.

Un modelo emergente de este principio es Varcity en la Universidad de Purdue, una comunidad de uso mixto diseñada para conectar a las personas mayores con la energía y los recursos de la vida universitaria. Ubicada junto al campus de Purdue, Varcity ofrece a sus residentes acceso a conferencias, eventos culturales, instalaciones deportivas y oportunidades para interactuar directamente con estudiantes y profesores. Combina vivienda con servicios educativos y recreativos, fomentando un entorno verdaderamente intergeneracional donde el aprendizaje, la mentoría y la colaboración forman parte natural de la vida cotidiana.

Al ubicar a las personas mayores cerca de instituciones académicas y culturales, proyectos como Varcity demuestran cómo las ciudades pueden diseñar espacios que mantengan a las personas intelectualmente activas, socialmente conectadas y económicamente integradas durante la vejez. Un modelo emergente de este principio es Varcity en la Universidad de Purdue, una comunidad de uso mixto diseñada para conectar a las personas mayores con la energía y los recursos de la vida universitaria. Ubicada junto al campus de Purdue, Varcity ofrece a sus residentes acceso a conferencias, eventos culturales, instalaciones deportivas y oportunidades para interactuar directamente con estudiantes y profesores. Combina vivienda con servicios educativos y recreativos, fomentando un entorno verdaderamente intergeneracional donde el aprendizaje, la mentoría y la colaboración forman parte natural de la vida cotidiana.

Al ubicar a las personas mayores cerca de instituciones académicas y culturales, proyectos como Varcity demuestran cómo las ciudades pueden diseñar espacios que mantengan a las personas intelectualmente activas, socialmente conectadas y económicamente integradas durante la vejez.


Una mujer de 83 años da un rodeo para encontrar el único paso de cebra con semáforo en su barrio.

No es que no pueda cruzar, es que ya no puede improvisar.

Se detiene tres veces. Mira. Respira. Continúa.

Todo a su alrededor parece hecho para quien camina rápido, para quien no necesita apoyarse.

Y en ese trayecto sencillo se esconde una pregunta compleja:

¿Qué ciudad estamos diseñando cuando dejamos fuera a quienes más la necesitan?

Desde España y el sur de Europa, donde el envejecimiento demográfico avanza con fuerza, urge repensar nuestras ciudades no solo para resistir ese cambio, sino para anticiparlo con inteligencia.

La calidad de nuestra vejez no solo se juega en el cuerpo. También se juega en las aceras, en los bancos de la plaza, en el bus que llega… o no. El espacio urbano no es un telón de fondo neutro: es un factor de bienestar o de exclusión. Y cuando el entorno excluye, la autonomía se reduce, la participación social se debilita y la salud, inevitablemente, se deteriora.

El urbanismo también envejece (y debe hacerlo bien)

A menudo pensamos en el envejecimiento como una cuestión individual: genética, salud, actitud. Pero lo cierto es que envejecer bien depende tanto del cuerpo como del entorno. Por eso, cuando hablamos de envejecimiento activo, debemos hablar también de urbanismo activo. De diseño cuidadoso. De entornos que habilitan en lugar de restringir.

No basta con sumar años si esos años se viven encerrados. En barrios que aíslan, con aceras imposibles, escaleras infinitas o transporte inalcanzable. La longevidad también se juega en las ciudades. Y una ciudad hostil al paso lento o a la conversación sin prisa es una ciudad que acorta la vida, aunque no lo diga con palabras.

Ciudades que no solo toleran: que acompañan

En un mundo que envejece —y que envejece rápido— el urbanismo no puede seguir pensando solo en la infancia, la juventud o el tránsito laboral. Necesitamos ciudades que acompañen la extensión de la vida. Que no solo toleren a las personas mayores, sino que las acojan, las integren y las animen a participar.

Según datos de la OMS, el diseño del entorno urbano influye directamente en el nivel de actividad física, la salud mental y la autonomía funcional de las personas mayores. Estudios longitudinales han demostrado que las personas que viven en barrios percibidos como seguros y transitables presentan tasas más bajas de depresión y un mayor mantenimiento de capacidades físicas con el paso del tiempo.

Algunas pistas para inspirarnos

En algunos lugares del mundo, esto ya se ha entendido. En España, iniciativas como los entornos amigables o los planes de accesibilidad urbana empiezan a ganar presencia, aunque aún con muchos retos pendientes. En Japón, ciertos barrios rediseñan sus calles para que caminar no sea un obstáculo, sino una invitación. En los Países Bajos, los bancos están estratégicamente distribuidos cada 150 metros. Y en varias ciudades latinoamericanas —como Medellín o Montevideo— se están explorando enfoques intergeneracionales que devuelven a las personas mayores un rol activo en la vida comunitaria.

No se trata solo de infraestructuras, sino de presencia

Diseñar una ciudad longeva no es solo adaptar infraestructuras. Es crear condiciones para que nadie se quede fuera del tiempo compartido: ni en los parques, ni en los debates, ni en los trayectos cotidianos. Es pensar en quién puede llegar, pero también en quién se quedó a medio camino y ya no insiste.

La ciudad también comunica lo que valora. Cuando cuida sus bancos, cuando pone sombra en la parada del bus, cuando permite que una persona mayor llegue sola a una biblioteca, está diciendo que esa vida cuenta. Y eso —aunque no aparezca en las estadísticas— es un factor de salud pública.

Ciudades longevas: más habitables para todas las edades

No se trata de construir ciudades para mayores. Se trata de construir ciudades preparadas para la longevidad, más habitables para todas las edades. Ciudades que entienden que cuidar no es proteger: es habilitar. Reconocer que el envejecimiento no es un problema, sino una etapa más del recorrido urbano de cada uno de nosotros.

Porque, al fin y al cabo, la ciudad que soñamos no es una ciudad nueva. Es una ciudad que nos permita quedarnos. Quedarnos con otros. Quedarnos siendo. Quedarnos vivos.

¿Y si el verdadero urbanismo del siglo XXI no se midiera por velocidad o tecnología, sino por su capacidad de cuidar a todas las edades?



LONGEVITY READY CITIES



DMITRY KAMINSKIY

General Partner of Deep Knowledge Group

One of the most decisive and disruptive trends that will shape the global economy in the next decade is longevity industrialization: the accelerating development of technologies and approaches aimed at maintaining and prolonging healthy longevity, wellness (medical, social, psychological and financial), and performance.

The convergence of many sectors of the longevity industry (Advanced Biomedicine, AgeTech, Artificial Intelligence (AI), and the Longevity Financial Industry) is rapidly making this prospect an imminent reality, providing new tools for individuals to increase their quality of life, social activity, mental wellness, financial stability, and overall functionality for longer than ever before.


NOTAS DE PRENSA SOBRE CIUDADES


EnciclopediaRelacionalDinamica: Ciudades (última edición 2025-11-10 10:32:52 efectuada por MercedesJones)